Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia - Seminaries ...

La sucesión de la Presidencia
El presidente Harold B. Lee, en ese entonces Consejero de
la Primera Presidencia, dijo:
“En realidad, el comienzo del llamado de aquel que será
el Presidente de la Iglesia comienza cuando es llamado,
ordenado, y apartado como miembro del Quórum de los
Doce Apóstoles…
“A cada uno de los apóstoles ordenado de esta manera
bajo las manos del Presidente de la Iglesia, que posee las
llaves del reino de Dios en unión con todos los otros
apóstoles ordenados, se le ha dado la autoridad del
sacerdocio necesaria para ocupar cualquier puesto dentro
de la Iglesia, aun el cargo de la Presidencia” (véase “El
día en que vivimos”, Liahona, octubre de 1970, pág. 2).
2. Cuando el Presidente de la Iglesia muere, la Primera Presidencia se
disuelve. Sus consejeros, quienes antes eran miembros del Quórum
de los Doce Apóstoles, pasan a integrar ese quórum otra vez.
El profeta José Smith enseñó:
“Los Doce no tienen que responder a nadie sino a la
Primera Presidencia… y donde yo no estuviere [es decir,
el Presidente de la Iglesia], no habrá Primera Presidencia
sobre los Doce” (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 123).
El presidente N. Eldon Tanner, en ese entonces Consejero
de la Primera Presidencia, relató de esta manera los
acontecimientos que tuvieron lugar después de la muerte
del presidente Harold B. Lee:
“Luego del funeral del presidente Lee, [el presidente
Spencer W. Kimball, que era entonces Presidente del
Quórum de los Doce] convocó a los apóstoles a una
reunión… en el cuarto de Consejo del Templo de Salt
Lake City. El presidente Romney y yo tomamos los lugares
que nos correspondían en el consejo por antigüedad;
éramos un total de catorce hermanos” (“La administración
financiera”, Liahona, enero de 1980, pág. 64).
3. El Quórum de los Doce Apóstoles, que posee la misma autoridad
que la Primera Presidencia (véase D. y C. 107:22–24), dirige la
Iglesia hasta que se organiza una nueva Primera Presidencia.
4. El apóstol de mayor antigüedad (el que lleva más tiempo en el
oficio de apóstol) pasa a ser el nuevo Presidente de la Iglesia y es
sostenido y ordenado por el Quórum de los Doce. Los miembros
de la Iglesia también sostienen al nuevo Presidente durante una
conferencia general (véase D. y C. 102:9).
El presidente Joseph Fielding Smith, en ese entonces
Presidente del Quórum de los Doce, explicó:
“No hay ningún misterio en lo que concierne a la
selección del sucesor del Presidente de la Iglesia. El Señor
dispuso esto hace mucho tiempo, y el apóstol de mayor
antigüedad automáticamente llega a ser el oficial presidente de
la Iglesia, y en tal calidad lo sostiene el Consejo de los Doce,
el cual llega a ser el cuerpo presidente de la Iglesia cuando
no hay una Primera Presidencia. El Presidente no es
elegido, pero tiene que ser sostenido, tanto por sus hermanos
del Consejo como por los miembros de la Iglesia”
(Doctrina de Salvación, Tomo III, pág. 147).
Pida a los alumnos que busquen la lista de miembros del primer
Quórum de los Doce de esta dispensación en la Introducción
de Doctrina y Convenios. Dígales que Thomas B. Marsh fue
excomulgado el 17 de marzo de 1839 y David W. Patten fue
asesinado por un populacho el 25 de octubre de 1838 (véase
D. y C. 124:130). Pídales que lean Doctrina y Convenios 124:127
y explique la manera en que se escogió a Brigham Young para
ser el nuevo Presidente de la Iglesia. Lea el relato sobre la
elección de Brigham Young en la guía de estudio para el
alumno (véase “La sucesión de la Presidencia”, págs. 164–165,
párrafos 1–7). Pregunte:
• ¿Cómo habría sido poder estar en la congregación ese día?
• ¿Por qué habría ayudado una manifestación así a los santos
ese día?
• Lean 2 Reyes 2:1, 8–15. ¿En qué sentido se compara eso con
lo que le sucedió a Brigham Young?
• ¿Por qué necesitan los miembros de la Iglesia tener un
testimonio de que todo nuevo profeta es “llamado de Dios”?
• ¿Qué testimonio se da a los miembros en la actualidad de
que un nuevo Presidente de la Iglesia es llamado de Dios?
Comparta las siguientes declaraciones. El presidente
Gordon B. Hinckley, en ese entonces Consejero de la Primera
Presidencia, dijo:
“Esta transición de autoridad… es bella en su sencillez.
Es una indicación de la manera en que el Señor lleva
a cabo Sus asuntos. Bajo Su procedimiento, el profeta
selecciona a un hombre para actuar como miembro del
Quórum de los Doce Apóstoles. Él no selecciona este
llamamiento como una carrera. Es llamado, como lo
fueron los apóstoles en el tiempo de Jesús, a quienes
el Señor dijo: ‘No me elegisteis vosotros a mí, sino que
yo os elegí a vosotros’ (Juan 15:16). Los años pasan; es
instruido y disciplinado en los deberes de su oficio.
Viaja sobre la tierra para cumplir su llamamiento
apostólico. Es un curso largo de preparación, en el
cual llega a conocer a los Santos de los Últimos Días
dondequiera que éstos se encuentren, y éstos lo llegan
a conocer a él. El Señor pone a prueba su corazón y su
devoción. En el curso natural de acontecimientos, se
ocasionan vacantes en el Quórum y se hacen nuevos
llamamientos. Bajo este procedimiento un hombre en
particular se convierte en el apóstol con más antigüedad.
Latente en él, así como en los demás miembros del
consejo, están todas las llaves del sacerdocio, las que
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