Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia - Seminaries ...

La Iglesia Mundial
Lean los párrafos 13–16 de la sección “Presidente Gordon B.
Hinckley” de la guía de estudio para el alumno, pág. 233,
y someta a discusión de clase las siguientes preguntas:
• ¿Qué dijo el presidente Hinckley en cuanto a los símbolos?
• ¿De qué forma representa el dibujo que hicieron su
testimonio de Jesucristo?
• ¿Por qué la manera en que vivimos podría ayudar a otras
personas a creer en Jesucristo?
• Lean Romanos 12:1–2. ¿Qué relación guardan esos versículos
con el tema?
Explique que nuestra vida reflejará mejor nuestra fe a medida
que sigamos las enseñanzas de los profetas vivientes. Pida
a los alumnos que lean los párrafos 12, 17–25 de la sección
“Presidente Gordon B. Hinckley” y que citen algunas de las
enseñanzas que recalca el presidente Hinckley; después
pregúnteles:
• ¿Se aplican esas enseñanzas al mundo y a la Iglesia en la
actualidad? ¿Por qué?
• ¿Por qué creen que es importante seguir esas enseñanzas?
Pida a los alumnos que escojan una de las enseñanzas que
crean que pueden seguir mejor y que escriban en una hoja
de papel un párrafo que explique cómo lo pueden hacer.
“Presidente Gordon B. Hinckley”, Guía de estudio para
el alumno, pág. 233, párrafos 22–24. Todo miembro
de la Iglesia necesita un amigo, una responsabilidad
y ser nutrido por la palabra de Dios. (10–15 minutos.)
Diga a los alumnos que se imaginen que se les ha llamado
a formar parte de un comité especial de la Iglesia. Su tarea
consiste en preparar un plan para ayudar a los conversos
a permanecer activos.
Divida la clase en grupos pequeños y pídales que estudien
Moroni 6 y D. y C. 20:68 y anoten lo que los miembros pueden
hacer para ayudar a los conversos a mantenerse activos.
Cuando terminen los grupos, pídales que compartan sus
ideas con la clase.
Pida a los alumnos que lean los párrafos 22–24 de la sección
“Presidente Gordon B. Hinckley” de la guía de estudio para
el alumno, pág. 233, y después pregúnteles:
• ¿Qué dijo el presidente Hinckley que necesita todo miembro
de la Iglesia?
• ¿Qué tienen estas tres cosas en común con lo que se enseña
en Moroni 6?
• ¿Por qué ayudarían estas tres cosas a un nuevo converso?
• ¿Por qué ayudarían a los demás miembros de la Iglesia?
• ¿Cuáles son algunos de los problemas que afrontan los
conversos al unirse a la Iglesia?
• ¿De qué otras maneras podemos extender la mano a los
miembros de nuestro barrio o rama?
Inste a los alumnos a ser abiertos y amigables al dar la
bienvenida a los nuevos miembros a la Iglesia. Comparta
la siguiente declaración del presidente Hinckley:
“Junto con el aumento de la obra misional en todo el
mundo, debe haber un aumento comparable en la labor
de hacer que cada converso se encuentre a gusto en su
barrio o rama. Llegará a la Iglesia este año un número
suficiente de personas para constituir más de 100 nuevas
estacas de un tamaño promedio. Lamentablemente,
junto con esta aceleración en la tarea de la conversión,
estamos descuidando a algunos de estos miembros
nuevos. Confío en que se despliegue un gran esfuerzo
en toda la Iglesia, en todo el mundo, para retener a cada
converso que llegue a la Iglesia.
“Esto es asunto serio. No hay razón para realizar la obra
misional si no conservamos los frutos de esa labor; ambas
tareas deben ser inseparables. (“Pensamientos sobre los
templos, la retención de conversos y el servicio misional”,
Liahona, enero de 1997, pág. 58).
Introducción
La familia: Una proclamación
para el mundo
El élder Eran A. Call, en ese entonces miembro de los Setenta,
compartió lo siguiente:
“El presidente Harold B. Lee dijo: ‘La mejor obra del Señor que
ustedes y yo podemos realizar será la que efectuemos dentro
de las paredes de nuestro propio hogar’ [“Seguid a los líderes
de la Iglesia”, Liahona, diciembre de 1973, pág. 35].
“Siempre debemos recordar la advertencia que, desde este
púlpito, dio el presidente McKay hace treinta y tres años:
‘Ningún otro éxito puede compensar el fracaso en el hogar. La
choza más humilde donde el amor prevalece sobre la unidad
familiar es de mayor valor para Dios y la futura humanidad
que cualquier otra riqueza. En un hogar así, Dios puede obrar
milagros, y obrará milagros’ [Cita de J. E. McCulloch, Home:
The Savoir of Civilization, 1924, pág. 42; véase Rex D. Pinegar,
“Primero el hogar”, Liahona, julio de 1990, págs. 13–14].
“La Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles,
a quienes sostenemos como profetas, videntes y reveladores,
hace dos años proclamaron solemnemente al mundo nuestras
creencias concernientes al matrimonio, a los padres y a la familia.
Exhorto a cada uno de ustedes a leer, a estudiar y a vivir esa
proclamación inspirada. Ruego que se convierta en la pauta y
en el modelo por medio de los cuales vivamos en nuestro hogar
y criemos a nuestros hijos.
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