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se permite la copia ©<br />
I Used To Be Your Sweet Mama 165<br />
escribieran sobre sus experiencias en relaciones violentas, sólo hace poco<br />
se han convencido de que tal violencia ejercida en privado es un asunto<br />
apto para ser discutido en público.<br />
Sin embargo, sí que hay un corpus preservado de cultura oral (u «oratoria»,<br />
por utilizar el término empleado por algunas académicas) 74 sobre los<br />
abusos sufridos en el ámbito doméstico, en las canciones de las mujeres del<br />
blues como Gertrude Rainey y Bessie Smith. La violencia contra las mujeres<br />
fue siempre un tema apto para las cantantes de blues. La urgencia contemporánea<br />
por romper el silencio que rodea a la violencia misógina y el movimiento<br />
político organizado que se enfrenta a la violencia contra las mujeres tiene<br />
un precursor estético en la obra de las cantantes de blues clásico.<br />
Al blues de las mujeres se le ha acusado de promover respuestas permisivas<br />
y, por lo tanto, antifeministas con respecto al tema del abuso misógino.<br />
Es cierto que algunas de las canciones grabadas por Rainey y Smith parecen<br />
ejemplifi car la aceptación de la violencia masculina (e incluso, a veces, un<br />
deleite masoquista por ser el objeto de las palizas del amante). Tales afi rmaciones<br />
no tienen en cuenta cuánto se manipula y transforma el signifi cado del<br />
blues al interpretarlo (llegando a veces, incluso, a signifi car lo contrario). El<br />
blues hace un uso desbordante del humor, la sátira y la ironía, revelando sus<br />
raíces históricas en la música esclava, donde los métodos indirectos de expresión<br />
eran los únicos medios a través de los que se podía denunciar la opresión<br />
de la esclavitud. En este sentido, el género del blues es un descendiente directo<br />
de las canciones de trabajo, que a menudo contaban con el uso de indirectas<br />
e ironías para señalar lo inhumano de los propietarios de esclavos, a fi n de<br />
asegurarse de que los blancos mencionados en sus canciones no entendieran<br />
de ninguna manera el signifi cado. 75<br />
Bessie Smith canta algunas canciones cuyas letras pueden parecer aceptar<br />
que el abuso emocional y físico es un riesgo al que se exponen las mujeres que<br />
mantienen relaciones sexuales. Pero una atención rigurosa a la presentación<br />
musical de estas canciones persuade al oyente de que contienen críticas implícitas<br />
al abuso masculino. En Yes, Indeed He Do, la presentación sarcástica<br />
de Smith de las letras transforma las observaciones sobre un amante infi el,<br />
violento y explotador, en una crítica mordaz de la violencia machista:<br />
74 Véase Michere Githae Mugo, Orature and Human Rights, Roma, Institute of South African Development<br />
Studies, NUL, Lesotho, 1991.<br />
75 Véase el debate de Oakley sobre el trabajo y la canción en Oakley, op. cit., 1976, pp. 36-46.