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<strong>Feminismos</strong> <strong>negros</strong><br />
pusieron en cuestión las feministas negras. Una de las premisas centrales<br />
de este sistema, tal y como lo formuló Rubin en un articulo seminal en 1975,<br />
explica la complementariedad de los sexos y la opresión de las mujeres por<br />
los hombres a través del intercambio de las mujeres dentro de los sistemas<br />
de parentesco. Carby, Hurtado y Spiller, entre otras, cuestionaron la universalidad<br />
de este principio. 12 ¿Qué ocurre ―se preguntaron― cuando las mujeres<br />
no se encuentran en las mismas posiciones respecto a la institución del<br />
parentesco? ¿Qué ocurre con la idea de género si grupos enteros de hombres<br />
y mujeres están situados juntos, fuera de la institución del parentesco, pero<br />
relacionados con la institución del parentesco de un grupo dominante? Y las<br />
tres regresaron al periodo de la esclavitud, desde donde, a través de análisis<br />
de corte historicista, mostraron cómo las mujeres negras no fueron constituidas<br />
en la sociedad norteamericana de la misma manera que las mujeres<br />
blancas. No fueron las únicas. Los ejes teórico-prácticos del feminismo blanco<br />
fueron ampliamente contestados por parte de las feministas negras. 13 Lo<br />
que denunciaban era el propio concepto de género, en la medida en que formaba<br />
parte del sistema de relaciones jerárquicas de «raza». Denunciándolo,<br />
comenzaban a escuchar su propia voz, una voz que había estado oscurecida<br />
en un sistema de dominación que las había construido con las herramientas<br />
de los grupos hegemónicos. Como grita bell hooks:<br />
Mi anhelo de encontrar fuentes que pudieran explicar la experiencia negra (especialmente<br />
mi presunción de que los libros escritos por blancos podrían contener<br />
tal explicación) es precisamente un refl ejo de la socialización de los grupos oprimidos<br />
y explotados en una cultura de dominación. Nosotras aprendemos que no<br />
tenemos poder para defi nir nuestra propia realidad o para transformar las estructuras<br />
opresivas. Nosotras aprendemos a buscar en aquellas capacitadas por los<br />
sistemas de dominación, que nos hieren y nos dañan; buscamos ser liberadas y<br />
12 Véase Carby, Reconstructing Womanhood: The Emergence of the Afro-American Woman Novelist,<br />
Nueva York, Oxford University Press, 1987; Aida Hurtado, «Relating to privilege: seduction and<br />
rejection in the subordination of white women and women of color», Signs, vol. 14, núm. 4, 1989,<br />
pp. 833-855; y Hortense Spillers, «Mama’s baby, papa’s maybe: an American grammar book»,<br />
Diacritics, vol. 17, núm. 2, 1987, pp. 65-81.<br />
13 Véase Angela Davis, op. cit., 2004; Hull et al., All the Women are White, All the Men are Black, But<br />
Some of Us Are Brave, op. cit., 1982; bell hooks, Ain’t a Woman…, op. cit., 1981 y Feminism Theory:<br />
From Margin to Center, Boston, South End, 1984.<br />
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