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Feminismos-negros-1

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<strong>Feminismos</strong> <strong>negros</strong><br />

en África Occidental. Como la tierra se vuelve cada vez más escasa, los hombres<br />

comienzan a alquilar y vender «su» tierra, dejando a las mujeres sin otro recurso que<br />

el de pagar por la tierra o abandonar su trabajo agrícola. 50<br />

Es imposible argumentar que el colonialismo dejó intactas formas precapitalistas<br />

o feudales de organización. Si miramos hacia las Indias Occidentales<br />

podemos ver que los patrones de migración, tanto de los hombres como de las<br />

mujeres, han seguido los dictados del capital.<br />

Cuando los hombres migraron por trabajo de las islas a las plantaciones o<br />

para construir el Canal de Panamá, las mujeres migraron de las áreas rurales a<br />

las urbanas. Ambos han migrado para trabajar en el «núcleo» de las naciones<br />

capitalistas. En ocasiones, el trabajo doméstico, accesorio o temporal ha sido<br />

visto por las mujeres de las Indias Occidentales como una gran «oportunidad»<br />

para transformar sus vidas. Pero tal y como Shirley-Ann Hussein ha<br />

mostrado:<br />

Tomemos el caso de las trabajadoras domésticas. Una institución que busque el desarrollo<br />

debería involucrarse en algo más que en colocar a estas mujeres en trabajos<br />

domésticos, en tanto que así no hace mella alguna en la sociedad. Simplemente se<br />

reorganiza el mismo orden. En cualquier intento serio de reorganización social y<br />

económica se habrá de terminar con el trabajo doméstico. 51<br />

No obstante, aunque el imperialismo y el colonialismo hayan consolidado la<br />

existencia de un mercado mundial, sigue siendo necesario explicar por qué<br />

interesa al capitalismo mantener relaciones sociales de producción que no son<br />

capitalistas, es decir, formas que no podrían ser descritas como feudales, porque<br />

eso querría decir que son precapitalistas, pero que tampoco están organizadas<br />

en torno a una relación salarial. Si volvemos al ejemplo de los cambios<br />

en la propiedad de la tierra y en la producción agrícola, señalado arriba, se<br />

puede argumentar que:<br />

50 Leghorn y Parker, op. cit., 1981, p. 45.<br />

51 Shirley-Ann Hussein, «Four views on women in the struggle», en Caribbean Women in the Struggle,<br />

p. 29; citado por Leghorn y Parker, op. cit., 1981, p. 52.<br />

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