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42 iii. barreras para la permanencia de las niñas en la educación2.2. Principales barreras del sistema educativoa) La construcción de roles y estereotipos degénero en todos los espacios de socializaciónDesde la primera infancia, todos los espacios desocialización, incluyendo la familia, los medios decomunicación y la educación formal y no formal, vanseñalando un aprendizaje cultural profundo acercade cómo “se debe ser mujer” y cómo “se debe serhombre” en la sociedad. Desde el nacimiento, lasniñas y niños reciben trato distinto por parte de suentorno inmediato y aprenden las diferencias queexisten entre mujeres y hombres, reflejando lasexpectativas y estereotipos de la sociedad.Tanto la selección de juegos y juguetes, ladeterminación de tareas basadas en el género, losatributos y roles asignados a uno y otro sexotienden a definir un proceso de diferenciación socialque se denomina "socialización de los géneros".Este proceso continúa durante toda la vida y seexpresa en las creencias, valores, emociones,actitudes y valoraciones existentes en la sociedadrespecto de las mujeres y los hombres.Este proceso desencadena una serie deconsecuencias negativas para las niñas –primero– yluego para las mujeres. Las niñas quedan restringidas-–desde muy temprana edad– a las normas yjerarquías que definen “lo masculino” y “lo femenino”,dejándolas en situaciones de desventaja y rezago endistintos planos de la vida y en muchos casos siendovíctimas de discriminación en materia del cuidado, deoportunidades y del ejercicio de sus derechos 26 .b) El limitado acceso a la educación inicialsobrecarga a las niñas por el cuidado infantilDesde la perspectiva de género, se entiende que elacceso a la educación preescolar no solo favoreceel despliegue de capacidades en las niñas y losniños por efecto de la estimulación temprana, elambiente seguro, el ingreso a la escuela en la edadadecuada y las oportunidades que les brinda decara al futuro, sino también en la reducción de lacarga de trabajo por cuidado infantil que ocurre enlas familias y que generalmente se traspasa entremujeres, particularmente de la madre a la hijamayor. Esta práctica no está reducida solo a lasniñas del medio rural o indígenas, sino que es muyextendida en toda la región.“Hay niñas que barren, que llevan el maíz al molino,que ayudan a hacer los quehaceres en la casa, queacarrean el agua, que cuidan a sus hermanitos; hayhermanas que les dan comida a ellos, hacen café,van a la tienda a hacer compras, preparan lacomida; otras van a vender bananos, chile, tortillas,sandías” (niña, Guatemala).Seis años de educación primaria formal lepermitirían a la niña:1. mejorar las condiciones de saludfamiliar.2. Darle una mejor nutrición a los niñosy niñas.3. Reducir la morbilidad y mortalidadinfantiles.4. Aumentar la esperanza de vida.5. mejorar el nivel de vida de la población.6. Desarrollar habilidades y destrezaspara proporcionar oportunidades detrabajo, así como la productividadfamiliar, comunal y nacional.7. Promover un cambio de actitudes ycomportamientos, tanto de la niñacomo de las personas que la rodean.Otilia Lux de cotí. En: UNicEf, 2007.26ESPINOZA, María Angeles (s/f). La construcción del género desde elámbito educativo: una estrategia preventiva. EMAKUNDE. País Vasco.