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55“En su mayoría, las niñas se ocupan en unavariedad de tareas similares a las quedesempeñan los niños. Gran parte del trabajode las niñas tiene lugar en la agricultura –casiun 70 por ciento. Un número consecuente deniñas se dedica también al trabajo doméstico,sector al que ingresan relativamente pocosniños. muchas niñas trabajan también enpequeños talleres de producción o en otrosservicios, tales como la venta callejera y lospuestos de mercados.Algunas de las peores formas de trabajoinfantil son predominantemente femeninas, enparticular la utilización de niñas en laprostitución o la pornografía. La atencióninternacional se está concentrando cada vezmás en la trata de niñas jóvenes con fines deexplotación en la prostitución y en otras de laspeores formas de trabajo infantil. Las niñastambién son víctimas del trabajo en régimen deservidumbre y de prácticas análogas a laesclavitud. Pueden estar expuestas aviolencias y abusos, los cuales son riesgosconcretos que ocurren con frecuencia en eltrabajo doméstico”.OiT (2009). folleto: Demos una oportunidad alas niñas. Erradiquemos el trabajo infantil. 12de junio del 2009.La definición tradicional que tenemos en laactualidad sobre “trabajo” está limitadaestrictamente a las actividades productivaseconómicas, y resulta insuficiente para congregaruna serie de formas particulares de trabajo noeconómico y no remunerado que tiene fuertescondicionantes de género.Las tareas domésticas no remuneradas están acargo principalmente de las niñas. Ellas realizantareas domésticas con más frecuencia que los niños(casi 3,5 veces más). Estas tareas incluyen: elcuidado de otros niños o niñas, cocinar, limpiar,ordenar y transportar agua y combustible para elhogar. Las niñas se enfrentan a una doble o triplecarga: un trabajo doméstico que se superpone, porejemplo, al trabajo agrícola y, en ocasiones, tambiénal estudio.Por ejemplo, en Bolivia, según datos de laEncuesta de Trabajo Infantil, el 28% de los niños yadolescentes entre 5 y 17 años –alrededor de 848mil personas– participan activamente enactividades productivas económicas (remuneradaso no). Los niveles de participación son muchomayores en el área rural (65%) que en el áreaurbana (17%), ligeramente superiores para losniños (18% en el área urbana y 67% en el árearural) que para las niñas (16% en el área urbana y62% en el área rural). Además, la participación esmarcadamente superior para los indígenas (29% y24% para niños y niñas del área urbana; y 82% y79% para sus iguales del área rural) que para losno indígenas (16% y 14% para niños y niñas delárea urbana, y 54% y 46% para sus iguales delárea rural) y se acrecienta con la edad (OIT,2008).Alto desempleo juvenilOtra de las inequidades a las cuales se encuentranexpuestas las jóvenes una vez que ingresan almercado laboral es el desempleo. En la mayoría delos países de la región las tasas de desempleojuvenil superan a las de los adultos y adultas,siendo las mujeres jóvenes las más rezagadas.En América Latina, alrededor de cuatro de cada 10jóvenes entre 15 y 24 años enfrentan problemas dedesempleo u ocupación precaria –esto es, más de40 millones de personas jóvenes– y dos de cada 10no estudian ni trabajan –alrededor de 22 millones–,lo que conlleva graves repercusiones para susiii. barreras para la permanenciade las niñas en la educación