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59obtener ingresos y, al mismo tiempo, resolver deformas alternativas el cuidado de los hijos y las hijas.“(…) gran parte de los niños que trabajan están enhogares que son de jefatura femenina, y lo quevemos también es que en el trabajo doméstico haytambién un elemento fundamental, en el caso que sehace hacia el interior del hogar y hacia fuera delhogar. Generalmente [según los datos de la últimaEncuesta de Trabajo Infantil de Guatemala] no es laclase alta la que contrata niños y niñas, es el que nopuede pagar servicios especializados, contrario a loque mucha gente cree. El que no puede pagar buscaa alguien, a la hija del vecino, o de alguien cercano, yse da una colaboración: yo te doy comida, te doyropa y te pongo en la escuela, o te doy donde vivir, tedoy techo, y tú me cuidas a los críos; o a tu propiahija mayor, tú le dejas tus hijos y esa niña muchasveces no va a la escuela para que la madre puedatrabajar; entonces, uno se encuentra en situacionesque son realmente graves para las niñas” (organismointernacional, República Dominicana).La mayor parte de las veces, los hijos pequeños ohijas pequeñas quedan al cuidado de las niñasmayores de la casa, quienes a la vez deben cumplircon sus obligaciones escolares, lo que configurauna sobrecarga de trabajo. Por lo general, son lasniñas quienes asumen el rol de cuidadoras enausencia de sus madres trabajadoras, como unaporte fundamental para la familia. No existe ningúntipo de cuestionamiento de las propias niñas ni desus madres o padres respecto de sus capacidadesen este plano, y ellas asumen esta responsabilidadcomo algo natural, especialmente en cuanto alcuidado de sus hermanos y hermanas menores.“(…) todos los días –al mediodía– van moler el maízpara las tortillas. A las 12 salen a recreo en laescuela, y como el patio está aquí mismo, es lamisma comunidad, van a sus casas a buscar elmaíz y lo llevan al molino para que puedan hacerlas tortillas frescas para el almuerzo; o sea, notienen en realidad recreo” (Plan, Guatemala).“Como yo tengo un hermano discapacitado quetiene problemas, cuando llego de la escuela lamamá está ocupada terminando la cena, y yo le doyla cena” (adolescente, República Dominicana).Se dan casos en los que incluso la propia jefaturadel hogar es ejercida por niñas que viven sin suspadres y a cargo de sus hermanos menores debidoa que ambos padres, o la madre soltera, trabajanfuera del pueblo y solo las visitan irregularmente. Eneste contexto, las niñas ejercen un rol de adultas ensus familias y cumplen obligaciones con dobles ytriples jornadas de trabajo que no corresponden asu corta edad y que es invisible en el contextoescolar. A ello hay que agregar que estas niñas, alvivir sin el cuidado o la presencia de una personaadulta, está en una situación de extremavulnerabilidad frente al abuso sexual.En la mayoría de los países de la región prevalecenpatrones culturales tradicionales discriminatorioshacia las mujeres, y los informes de relatores y decomités de seguimiento de las convencionesseñalan que los países no han instrumentadoacciones efectivas para la “eliminación de losprejuicios, las costumbres y todas las demásprácticas que perpetúan la noción de inferioridad osuperioridad de uno u otro sexo y las funcionesestereotipadas del hombre y la mujer” 39 . Además,agregaríamos, de mantener la carga del trabajodoméstico y el cuidado de los hijos e hijasexclusivamente en las mujeres. Es evidente que enla región las niñas se concentran en las actividadesdomésticas, lo que muchas veces resulta en unasobrecarga de tiempo muy temprana para ellas,pero también, especialmente para las familias deescasos recursos, en la reducción de gastosdedicados al cuidado de los hermanos y hermanasmenores, realizando una contribución invisible en laeconomía doméstica.39Observación General No. 16, La igualdad de derechos del hombre y lamujer al disfrute de los DESC (artículo 3 del PIDESC), Comité deDerechos Económicos, Sociales y Culturales, 34º período de sesiones,Ginebra, 25 de abril a 13 de mayo de 2005.iii. barreras para la permanenciade las niñas en la educación