Enigma (Los Van Vladoisqui)

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Presagio
Un ruido agudo invadió el silencio e interrumpió mi trance de sueño,
al abrir los ojos me encontré con un brillante nuevo día que se
asomaba indiscreto por la ventana; también por allí entraba el
estruendo que me despertó.
Al levantarme de mi cama para ver por allí la procedencia del ruido,
observé que se trataba de Thomas y papá comenzando a construir su
proyecto de primavera, una casa del árbol. Me provocó envidia ver a
Thomas correr tras papá y divertirse juntos, sus risas eran aún más
fuertes que el estruendo que me condujo a la ventana.
Mis padres solían comportarse igual conmigo antes de que Thomas
naciera, y no es que deseara que Thomas no hubiese nacido, es mi
hermano y lo quiero, tampoco podría imaginarme una vida sin él,
pero... me resulta injusto que centren su atención más en él.
Cambiaron cuando les conté lo de las visiones y las apariciones,
comenzaron solamente a ignorarme. Mi papá cree que soy una
mentirosa que le oculto cosas todo el tiempo, pero no tengo otra
opción que evadir sus preguntas, reservarme mi martirio; de todas
formas no me creerían y me verían como una loca. Por esa misma
razón, jamás permitiré que ese mismo secreto extinga la
incondicional amistad de Jimmy.
Son más punzantes y acosadoras las ansias cuando no encuentro
nada en que entretenerme, las horas que marca el reloj de la sala me
resultan increíbles de creer, como si pasaran horas antes de que la
manecilla se moviera. Luego de resistir horas Jimmy y Derek llegaron
una hora más temprano de lo acordado, algo muy conveniente. Yo
me preparé mientras Jimmy convencía a mi papá. Supuse que le sería
más difícil hacer que mi padre aceptara, pero al parecer lo encontró
de buen humor.
Aparcamos entre un millar de autos, los demás nos esperaban en el
estacionamiento; Tommy, Frank y Sami, los de la banda de Jimmy:
Jared, Aaron y Bryson, por último, Cary, quien esperaba a Jimmy; me
sorprendió ver a Emma llegar en ese instante; le hacía bien
entretenerse.