Enigma (Los Van Vladoisqui)

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- Ese día mi madre llamó a tus padres y en la sale de mi anterior casa,
cuando ellos te preguntaron, tu parecías muy convencida de lo que te
había atacado y tu padre se enfadó porque no era la primera vez que
decías algo como eso. Dime, Caro: ¿lo que veías era real? -
Esto estaba mal, una vez más estaba expuesta y no sabía cómo
escapar. No podía aceptarlo, no tenía el valor.
- Contéstame, por favor, ¿era real? -
- No… el psiquiatra determinó que… lo imaginaba -
La rigidez de su postura decayó. Mis palabras parecían haberla
desmoralizado.
“Ahora podría entenderlo”
No, no permitiría que se repitiera todo otra vez, llevar el secreto a mi
espalda era lo más preciso. Nadie lo entenderá.
- Temo estar enloqueciendo -
Ella hablaba de la presencia que infectaba el lugar. No era Kevin la
razón de su martirio, ahora había presente un ímpetu diferente. No
iba abandonarla, me recordaba a mí misma, desesperada porque
alguien me ayudara.
- ¿Te han estado asustando? - Interrogué incapaz de ocultar la
sorpresa.
- Sentí algo malo en esta casa, pero la casa es magnífica así que no le
di importancia. Entonces Puppy comenzó a verlo y le ladraba cada
noche - relató.
- ¿Y qué ves? -
- Ah, ya no sé si sea real -
- Sí tu perro lo ve, quizás no esté en tu imaginación - apacigüé.
De su rostro se escapó la zozobra, ahora se permitía creer en su
cordura.
- Es verdad. Ayer estaba maquillándome frente al espejo y de tras de
mí vi a un hombre que se reflejaba también. No pude verlo bien, fue
cosa de un momento, pero sabía que lo había visto. En la noche
Puppy comenzó a ladrarle al techo, cuando miré hacia donde
ladraba, vi a un objeto negro encima de mí, como humo negro
cubriendo el techo. Tuve que salir corriendo de mi habitación -
relató con voz desgarrada-. Estoy segura de que Puppy lo vio, por
eso reaccionó así. No lo imaginé -