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Enigma (Los Van Vladoisqui)

¿Qué existe más allá de la línea de la vida? Caroline lo sabe, aunque deseara con fervor desconocer el mundo tras la muerte. Se consume en su maldición mientras sus gritos ahogados se van con el viento. Nadie la auxilia, pero conocerá a Tom, y en él encontrará unos brazos cálidos que la resguardan. Pero pronto surgirá un nuevo ardor: pues nacerá en ella un sentimiento prohibido, imposible, que la hala al más allá, en donde yacen sus pesadillas. Esta historia se introduce en lo desconocido, se basa en un nudo de misterios y se desarrolla lo imposible.

¿Qué existe más allá de la línea de la vida? Caroline lo sabe, aunque deseara con fervor desconocer el mundo tras la muerte. Se consume en su maldición mientras sus gritos ahogados se van con el viento. Nadie la auxilia, pero conocerá a Tom, y en él encontrará unos brazos cálidos que la resguardan. Pero pronto surgirá un nuevo ardor: pues nacerá en ella un sentimiento prohibido, imposible, que la hala al más allá, en donde yacen sus pesadillas.
Esta historia se introduce en lo desconocido, se basa en un nudo de misterios y se desarrolla lo imposible.

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ignoraba el hecho de que percibo presencias paranormales. Él, es<br />

como el incondicional y perfecto hermano que Thomas no se<br />

molestaba en ser.<br />

En su rostro se formó una amplia y acentuada sonrisa que imité, él se<br />

pasó sus dedos por su cabello abundante de color caqui.<br />

- Hola, te estaba esperando - señaló con tono alegre.<br />

- ¡Wow! Jimmy, cuanto has cambiado.<br />

- Sí, bueno, hacía varios días que no nos veíamos. Tu sabes, yo en los<br />

Ángeles y tú en <strong>Van</strong>couver… ¿Y qué tal estuvieron tus vacaciones?<br />

- Estuvieron bien.<br />

- Apresurémonos, los dos tenemos clase de literatura. Ya imprimí<br />

nuestros horarios. Aquí está el tuyo.<br />

- Que oportuno, gracias. Sabías que lo olvidaría.<br />

- Sí, lo sabía.<br />

<strong>Los</strong> demás: Frank, Tommy, Emma, Cary y Samantha, se acercaron<br />

para saludarme con regocijo. A continuación sonó el timbre<br />

indicando que debíamos entrar a clases.<br />

Todo parecía irreconocible, habían invertido un alto presupuesto<br />

para embellecer la escuela; pintaron las paredes de color blanco y las<br />

columnas de vino tinto, remplazaron casilleros y escritorios. Incluso<br />

cambiaron de profesores, que comenzamos a conocer conforme<br />

avanzó el día.<br />

El profesor Donato Lewis captó la atención de todos sus<br />

estudiantes, no solo por su bien parecido sino también por su<br />

aspecto y edad joven. Sus ojos parecían dos huecos debido a las<br />

profundas ojeras que sobresalían en su rostro, su mirada y harapiento<br />

aspecto infundía temor. Su estancia fue solitaria durante todo el día,<br />

se paseaba solo por los pasillos en cada cambio de clase. Aquel<br />

profesor me dirigió una mirada penetrante con sus ojos negros, que<br />

privó mis sentidos; ocurrió mientras estaba en mi casillero y caminó<br />

por mi lado. Pareciera que ese sujeto me conocía, lo percibí en sus<br />

ojos. Era muy atemorizante.<br />

Mark me sacó de aquella incómoda situación, jamás pensé que le<br />

estaría agradecida por algo. Se ubicó frente a mí. Mark lucia igual que<br />

antes, con su cabello ligeramente largo y rubio, piel bronceada,<br />

estaba levemente delgado y alto, tal vez creció unos centímetros.

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