Enigma (Los Van Vladoisqui)

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Me miró, su rostro se hallaba serio e inexpresivo, como de
costumbre; sin dilación la escena se cortó, pues unas personas se
atravesaron entre nuestras miradas, bloqueando mi vista, para
cuando terminaron de cruzar... él ya no estaba, se desvaneció.
Todo acabo y estaba ilesa, me costaba creerlo, yo misma me había
declarado muerta. Estaba confundida, lógicamente, un sentimiento
añadido por la situación.
- ¡¿Oye... estas bien?! - Preguntó Josh con tono agitado.
Su expresión, estaba aterrado. No fui la única que creyó que moriría.
-... Sí - tarareé con un hilo de voz-... gracias - pronuncié con
dificultad.
Liberó una bocanada de aire que debió quedarse atrapada en sus
pulmones cuando todo parecía perdido.
- Descuida... - su respiración agitada se entrometía en sus palabras -
Dios, sí que me asusté. Aun me tiemblan las manos -
Colocó sus manos delante de sus ojos, les vi temblar frenéticamente
como si un escalofrío se hubiese posado en sus manos.
- Que suerte que sigas aquí sentada -
Respiré hondo para tratar de recuperar el aliento, pero aún me
costaba respirar. Con mis manos heladas y húmedas las trencé en mi
cabello para quitarlo del rostro.
- ¡Caro!, ¿qué te ocurrió? - Gritó Thomas ya liberado del asiento y
parado a mi lado.
- ¡¿Estás bien?! ¡¿Qué te pasó?! - Preguntó Sarah angustiada.
- Estoy bien, no me pasó nada - Con un hilo tenue de voz.
- Pero tu cinturón está roto - dijo Thomas mientras examinaba el
cinturón con sus manos.
- Pero estoy bien. No me ocurrió nada... - el ahogo cortaba mis
palabras - vamos, por favor -
- Sí, vamos - accedió Thomas y se anticipó a ayudarme a liberar del
asiento para abandonar esa horrible máquina.
Giré hacia Josh, él también se disponía a abandonar ese lugar.
- Gracias otra vez -
- Sí, descuida -