Enigma (Los Van Vladoisqui)

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Me despedí de él balanceando débilmente la mano en el aire, después
tomé a Thomas de la mano y lo halé por el pasillo para salir lo más
rápido posible de ese lugar.
Al recorrer el pasillo para alcanzar la salida pudimos percibir que no
fui la única afectada, que había personas llorando y sus manos
temblaban. Una de esas personas le resbalaba sangre que nacía desde
su ceja. Era un caos de lamentos y personas resentidas por lo
acontecido. Aquello llamaría mucho la atención y no quería que
llegara a oídos de Bruce.
Alcanzamos la salida, cientos de personas curiosas se habían
acumulado en la entrada a presenciar. Así que conduje a Thomas y a
Sarah lejos de aquel tumulto.
- Escuchen: es mejor que mi tío no se enteré de esto, para no
angustiarle, ni echarle a perder la noche. ¿De acuerdo? -
Aparentando haber recuperado la calma.
- Pero podríamos hacernos pasar por víctimas y decirle que casi
morimos, quizás podría comprar regalos - bromeó.
- ¡Thomas, es en serio! - Contradije.
- Está bien. Solo bromeaba. No le diremos nada - accedió.
No sabía si creer que era afortunado por concluir viva o
desafortunada por las circunstancias que me condujeron hasta esa
encrucijada.
- Allá va tu novio - señaló Thomas usando un tono burlón mientras
hacia un mohín que apuntaba hacia Josh abandonando el barco.
- Basta, Thomas - refuté.
- Solo trato de aliviar el ambiente - dijo Thomas.
- Preséntamelo, Caro, está bien atractivo - Opinó Sarah.
Les ignoré, en cambio me apresuré a tomar mi teléfono y marcar al
número de Bruce y así localizarlo antes de que regrese a la atracción
y descubra lo acontecido.
Mi cuerpo hirviendo por dentro apagaba el frío en mi piel. Mientras
planteaba un lugar de reencuentro con el tío Bruce por teléfono
percibí un hedor putrefacto que había olfateado antes, regresó.
Recuerdo haber estado el día del sepulcro de mi abuelo en el
cementerio, fue la primera y última vez que fui a un cementerio. Ese
día me alejé del velorio y de mis familiares, observé que abrieron una