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Enigma (Los Van Vladoisqui)

¿Qué existe más allá de la línea de la vida? Caroline lo sabe, aunque deseara con fervor desconocer el mundo tras la muerte. Se consume en su maldición mientras sus gritos ahogados se van con el viento. Nadie la auxilia, pero conocerá a Tom, y en él encontrará unos brazos cálidos que la resguardan. Pero pronto surgirá un nuevo ardor: pues nacerá en ella un sentimiento prohibido, imposible, que la hala al más allá, en donde yacen sus pesadillas. Esta historia se introduce en lo desconocido, se basa en un nudo de misterios y se desarrolla lo imposible.

¿Qué existe más allá de la línea de la vida? Caroline lo sabe, aunque deseara con fervor desconocer el mundo tras la muerte. Se consume en su maldición mientras sus gritos ahogados se van con el viento. Nadie la auxilia, pero conocerá a Tom, y en él encontrará unos brazos cálidos que la resguardan. Pero pronto surgirá un nuevo ardor: pues nacerá en ella un sentimiento prohibido, imposible, que la hala al más allá, en donde yacen sus pesadillas.
Esta historia se introduce en lo desconocido, se basa en un nudo de misterios y se desarrolla lo imposible.

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tanto largos, delineados por sus comisuras. Estando tan cerca de mí<br />

noté su estatura, lo denominé "alto", comparado con mi uno con<br />

sesenta y siete. Su corpulencia intimidaba, debió tener sus músculos<br />

entrenados en su lecho de vida, también se comprobaba en sus<br />

brazos largos y torneados. Entonces me percaté de sus prendas, y las<br />

fechas se movieron, esto me indicó que provenía de varios años más<br />

atrás, mil ochocientos cincuenta como suposición, y es que lucía un<br />

pantalón de esmoquin negro, una camisa de cuello pajarita, color<br />

blanca, a la que había remangado las mangas hasta los codos, un<br />

corbatín deshecho colgando en su cuello, y unos Berluti negros.<br />

Sus ojos rompieron su rigidez al frente y se estrellaron lacónicamente<br />

con los míos, él me vio, sabía que yo estaba presente, pero para mi<br />

sorpresa no asumió ninguna reacción, la rigidez de su postura<br />

erguida y la marcha concentrada en ningún momento se interrumpió<br />

luego de notarme, ni siquiera un gesto se plastificó en su rostro.<br />

Cruzó mi lateral, avanzando por el pasaje. ¿Qué era él? Para mi<br />

mayor asombro, percibí que era él quien emanaba aquella energía<br />

pura, y a pura me refiero a que no se percibía como hostil. No, quizá<br />

no me veía, quizá nunca me miró, quizá no sabía que yo estaba allí,<br />

quizá mi plan de inexistencia cumplió su objetivo; muchos quizás,<br />

pero nada concluso. Esta noche estaba abierta a todas las<br />

posibilidades, y si no me veía tampoco me escucharía.<br />

¡Espera! Pronuncié mientras rompí mi quietud y posicioné mi<br />

cuerpo en su dirección.<br />

Sus pies se estancaron a la mitad del pasaje, justo después de mi voz.<br />

Rayos, si escuchaba. Mi cuerpo se tensionó en el momento que me<br />

dedicó la mirada por encima de su hombro. Me equivoqué ¿y ahora<br />

qué hago?<br />

El silenció se prolongó y continuó esperando unas palabras de mi<br />

parte.<br />

¿Quién... quién eres? ¿Qué...? Suspiré y mi voz se hizo un hilo <br />

¿Qué es lo que buscas aquí? <br />

Un silencio impaciente se apoderó del lugar y mi desespero hizo<br />

mudo todo lo audible antes alrededor, me concentré en la esmerada<br />

respuesta de su parte, aunque acobardada por una posible acción<br />

brusca.

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