Enigma (Los Van Vladoisqui)

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Crucé la cortina negra que daba con un espacio pequeño iluminado
por una luz roja, el lugar lo decoraban velas y signos desconocidos
en las paredes, en el centro una mesa ocupada por libros y naipes
con imágenes distintas a las comunes en las cartas, y con una silla a
cada lado opuesto. Me senté en una de las sillas y el sujeto igual,
Derek se paró tras de mí.
- Empiece, dígame ¿cómo fue su sueño? - Ordenó con tono lúgubre
que hacia juego con el entorno y con su aspecto.
Volví mi rostro hacia Derek, de inmediato captó mi mensaje y puso
los ojos en blanco.
- De acuerdo, me voy, pero te estaré esperando afuera - me aclaró.
Se dio la vuelta y atravesó nuevamente las cortinas abandonando el
lugar.
- Bueno... soñé que... - tararé mientras buscaba una forma de
interpretar mi sueño sin decir algo que le pudiese parecer absurdo -
Al principio estaba en un lugar oscuro completamente sola, pero
después me rodeaba un círculo de personas heridas y sangrando que
luego pude ver con un poco de luz que surgía de un agujero muy
alto, el piso estaba cubierto de sangre y niebla. Después salió un
hombre vestido de negro al que esas personas le abrían paso y... -
conté.
- ¿Tenía ojos negros? - Interrumpió.
- No, no podía ver sino solo su boca - contesté.
Con su mano me indicó continuar.
- Llevaba en su manos una cadena que ataba las manos de... Tom -
pausé el relato para comprobar si asumía una reacción, pero solo era
un nombre, dudé que pudiese entender que se trata de un fantasma -.
Y ese hombre le prohibió estar... cerca de mí - relaté.
- ¿Cadenas rojas? - Preguntó.
- Sí... - con tono sorprendido.
- ¿Quién es Tom? -
- ... Alguien -
- Sea más específica - estableció.
- Lo estoy siendo - mentí.