Enigma (Los Van Vladoisqui)

24
Apariciones
En la penumbra de la noche reposaba el espectro, ni el eco de sus
respiros vagabundeaba en el sosiego, algo transitorio, pero
reconfortante por ahora. Me mantuve alerta toda la noche, podría
brotar de la esquina, de la pared, del arcano espacio bajo la cama,
hasta del suelo mismo, cada espacio era una posibilidad. Sarah
rompía abruptamente el silencio con su voz mientras dormía, breves
palabras, pero ante la turbación del ruido, generaba miedo, un
alimento para el ente. Su habitación estaba colmada de objetos, estos
creaban sombras en cada pared, y una estantería repleta de muñecas,
me daba la impresión de que se movían, aunque solo era una idea
ficticia. La recamara de Sarah no era el lugar propicio para dormir, y
no había otra alternativa, Bruce especificó a detalle que una
habitación para los hombres, y otra para mujeres.
En la mañana, muy temprano, a mi ver ante el insomnio, pues ya era
a mediados de las nueve; escuché el golpeteo en la puerta,
débilmente, como procurando que el ruido no alcanzara otras
habitaciones.
Alcancé la perilla velando mis pisadas y así no interrumpir el
descanso de Sarah; del otro lado de la puerta, Dux, su mano estaba
pegada al marco apoyando su cuerpo a contra peso.
Buenos días
¿Dux? ¿Qué ocurre?
Supuse que serias la única persona en estar despierta
Arrugué mis cejas en seña de ofuscación y guardé un silencio de
desconcierto mientras esperaba que su idea se concretara, pero
entonces se volvió un silencio dilatado e incómodo.
Sí, ¿pero qué ocurre?
Esperaba que vinieras conmigo a la buhardilla
Todavía me mostré más ofuscada, no daba con el lugar al que
llegarían sus rodeos.
¿Por qué?