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Enigma (Los Van Vladoisqui)

¿Qué existe más allá de la línea de la vida? Caroline lo sabe, aunque deseara con fervor desconocer el mundo tras la muerte. Se consume en su maldición mientras sus gritos ahogados se van con el viento. Nadie la auxilia, pero conocerá a Tom, y en él encontrará unos brazos cálidos que la resguardan. Pero pronto surgirá un nuevo ardor: pues nacerá en ella un sentimiento prohibido, imposible, que la hala al más allá, en donde yacen sus pesadillas. Esta historia se introduce en lo desconocido, se basa en un nudo de misterios y se desarrolla lo imposible.

¿Qué existe más allá de la línea de la vida? Caroline lo sabe, aunque deseara con fervor desconocer el mundo tras la muerte. Se consume en su maldición mientras sus gritos ahogados se van con el viento. Nadie la auxilia, pero conocerá a Tom, y en él encontrará unos brazos cálidos que la resguardan. Pero pronto surgirá un nuevo ardor: pues nacerá en ella un sentimiento prohibido, imposible, que la hala al más allá, en donde yacen sus pesadillas.
Esta historia se introduce en lo desconocido, se basa en un nudo de misterios y se desarrolla lo imposible.

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- Pero… Caro, estamos de luto, si no asistes al entierro será como<br />

faltarle el respeto a la memoria de la abuela, ella hubiera querido que<br />

fueras a despedirla - explicó Thomas al otro lado de la puerta<br />

cerrada.<br />

En los cementerios ambulan almas que nunca encontraron la paz, o<br />

como bien dicen: el descanso eterno; almas que en su lecho de vida<br />

fueron buenas y yacen perdidas, como Tom, pero otras no lo fueron,<br />

estas ponen los bellos de punta y estremecen todos los sentidos.<br />

Están atestadas de frenesí por continuar causando mal como lo<br />

hicieron en su tiempo de vida. Aquellas almas se pasean entre las<br />

tumbas en donde reposan sus cuerpos. Solo una vez antes había<br />

asistido al cementerio en toda mi vida, una vez bastó; que alguien<br />

como yo fuera allí era en verdad ser masoquista. Raramente Thomas<br />

tenía razón: no ir sería faltarle el respeto a la memoria de la abuela,<br />

tenía que hacer a un lado la cobardía y darle el adiós.<br />

El velorio se realizó en casa de la abuela, los familiares y amigos<br />

presentes de ella asistieron a dar las condolencias, estuvo allí el<br />

profesor Lewis quien llegó acompañado por Mrs. Scott, ellos dos era<br />

un asunto que debía entrelazar con los manuscritos, ya habría tiempo<br />

para ello.<br />

Después de un rato me senté en los columpios del patio. Me cansé<br />

de esos llantos, de escuchar palabras que no dijeron cuando ella<br />

estaba viva ¿De qué les servía ahora? Solo estuvieron cerca de mi<br />

abuela cuando necesitaron de ella; muchas de las personas presentes<br />

asistieron solo para desmentir eso.<br />

- Considero innecesario que acudas a la sepultura posterior a que<br />

estuviste presente en el velorio. Por favor, Caro. No vayas - me pidió<br />

Tom mientras se sentaba en el columpio de mi lado.<br />

No podía mirarlo, mi respuesta era inminente, nada podría hacerme<br />

cambiar de parecer por más que insistiera. Estaba dispuesta a<br />

soportar lo que fuera por acompañarla en el último momento,<br />

contemplar su rostro muerto, que más tarde estaría bajo tierra y sus<br />

tiernos pliegues de arrugas se marchitarían aún más hasta<br />

desvanecerse con los años. No quería perderme su última imagen<br />

hasta de que fuese consumida por la oscuridad.

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