Enigma (Los Van Vladoisqui)

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Sarah tomó la mano de su hermano pequeño y se dispuso a andar,
segura, de retorno, como si conociese exactamente el lugar de su
destino. No pude evitar no ir tras ellos y al parecer no fui la única a la
que atravesó la intriga, pues Dux y mi hermano se unieron a la
persecución. No fue hasta que cruzó la puerta trasera de ingreso a la
casa que Dux detuvo su marcha con una cuestión.
- Ey, ¿A dónde van? -
Tras aquello Sarah volvió el rostro, nos cubrió a todos con la mirada,
como si hasta ese momento se hubiese percatada de que estábamos
tras ella y Michael.
- Vamos fuera; al auto - inmediatamente su cuerpo sus piernas la
halaban a continuar su marcha.
- ¿Por qué? Bueno, para ustedes ya es común este lugar, pero por que
no vienen con nosotros y damos una vuelta a esta casa -
Leí una reacción en Michel, fue fugaz, pero reveladora. Debió sentir
una presencia, puesto que sus ojos apuntaron hacia arriba, encima de
él. Había un segundo nivel así que no era difícil suponer que arriba
de nosotros había alguien.
- No, luego te explico, Dux. Por favor quédate tú para que mi papá
no vaya a molestar porque nos fuimos todos. Quédense ustedes -
No, sin Michael presente yo no tenía ninguna excusa para
permanecer allí.
- ¿Pero por qué se van? - insistió Thomas.
Michael cada vez se ponía más inquieto, su mirada no dejaba de
cubrir todos sus francos, estaba completamente en alerta; un signo
asertivo para aquella ocasión.
- Luego les cuento. Por favor, quédense allá con él, por favor - casi
suplicó Sarah.
Creo que protegía a su hermano, ya que ella estaba al consiente de
todo lo que él veía.
- Bueno, pero si pregunta por ti ¿qué le digo? -
- Que fuimos a dar una vuelta, no sé, inventa algo -
Dux asintió poco convencido de las circunstancias, el alguien al que
le gusta las repuestas y se inquieta cuando no se las dan.
- Vamos - hizo un mohín indicándome que le siguiera.