Enigma (Los Van Vladoisqui)

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con el modo de vida que narró. Entonces, debió pertenecer a la clase
noble en su época.
- Es un placer, Tom -
Sentí como si ese momento ya lo hubiese vivido, un momento que se
dio rodeado por el mismo rostro, objetos y circunstancias. Otro Déjà
Vu.
- El placer es mío, Caroline - sonriente inclinó su cuerpo con su
mano doblada en su abdomen.
Luego, reiteró su partida. Al mismo tiempo, los pasos de Dux
comenzaron a ganar cercanía. En solo segundos apareció en las
escaleras; por obligación tuve que apagar la sonrisa en mi rostro y
quedarme completamente tiesa para que no me viera, así evitar
explicaciones. Era absurdo, su destino era la cocina, indudablemente
tuve que atravesar el vestíbulo y entonces se percató de mi presencia.
"¡Rayos!" ¿Ahora que le iba a decir? No podría excusarme diciendo
que no tenía sueño, pues sabría que es mentira por las evidentes
ojeras y bostezos; tal vez podría decirle que me levanté por un vaso
de agua, cosa que hice en un principio, pero bueno, eso no
importaba, el caso era que él no lo sabía.
- ¿Con quién hablas? - Preguntó Dux.
No esperaba esa pregunta. "Dios..." Dux es de esas personas que no
se convencen fácilmente con vagas explicaciones, es muy observador
y no se le escapa nada. Por alguna razón tiene la habilidad de percibir
cuando le mienten, y más si mis mentiras carecen de fuerza, es algo
que nunca aprendí a hacer bien.
- Eh... con nadie ¿ves? - Con mi mano le indiqué recorriendo el
lugar.
- Me pareció escucharte hablar con alguien -
- No, estoy aquí sola. Tal vez escuchaste mi IPod - lo alcé y lo agité
en el aire.
- ¿Y qué haces levantada a esta hora con tu IPod? - Discutió.
- Me levanté por un vaso de agua... tenía sed y no lograría dormir
hasta no tomar agua - expliqué.
- ¡Vaya! Pero que insomnio tan pesado el que sufres, Caro, porque yo
llegué completamente exhausto - con tono sarcástico, solo asentí