Enigma (Los Van Vladoisqui)

169
insinuaciones, “no las entendí”, de haberlas entendido le hubiese
agradecido por cada grato momento que pasé a su lado, por sus
historias y consejos, le hubiese dicho lo orgullosa que estoy de que
hubiese sido mi abuela.
Varias veces tocaron a mi puerta para que abriera, pero aún no me
encontraba en condiciones de hacerlo, pero después se oyó una voz
a mi lado.
- Lo lamento - con tono sutil.
- ¿Qué haces aquí? - Con la voz quebrada.
Ignoré su presencia y continué viendo hacia la ventana, aunque me
muriese de ganas de verle.
- Quiero disculparme por mi necio comportamiento, sé que no fue el
más apropiado - con tono afligido.
- Quiero estar sola, vete - con tono desgarrado.
Me dolió tener que echarlo, pero las lágrimas no cedían y no quería
que me viera llorando. Seguido se me escapó un quebrado sonido de
llanto de mi garganta.
- Me hiere verla llorar. Por favor, Caroline. Déjeme acompañarla. He
prometido estar a su lado. Piense que ella estará en un mejor lugar -
susurró cerca de mi oído.
- Solo vete - aun mirando la ventana.
- Entiendo la merecida razón por la cual no quiere verme. Lo
lamento. Perdóneme por haberle gritado y haberle llamado
mentirosa - susurró con un hilo de voz-. Por favor…. -
- No quiero que me veas llorar - mientras dedicaba la mirada emitida
por unos ojos empañados de lágrimas y las mejillas empapadas.
No pude mantener más el enojo. Mis ojos se encontraron con los
suyos, lucia ternura en ellos. Alzó su mano y de forma delicada
limpió una de mis lágrimas. Deseé tanto poder abrazarlo, refugiarme
en sus brazos, o, al menos sentirlo un solo instante.