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f_t_septima_edicion

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17.3 Capacidad de calor específico 353<br />

20°C 20°C<br />

I ' ?<br />

|<br />

1<br />

§<br />

Figura 17.2 La misma cantidad de calor se aplica a diferentes masas de agua. La masa mayor experimenta una menor elevación de temperatura.<br />

bajo cada vaso durante el mismo periodo, suministrando 8000 J de energía calorífica al agua<br />

de cada vaso. La temperatura de los 800 g de agua se incrementa un poco más de 2°C, pero la<br />

temperatura de los 200 g aumenta casi 10°C. Sin embargo, se suministró la misma cantidad<br />

de calor en cada vaso.<br />

a i<br />

Capacidad de calor específico<br />

Hemos definido la cantidad de calor como la energía térmica necesaria para elevar la temperatura<br />

de una masa dada. Sin embargo, la cantidad de energía térmica requerida para elevar<br />

la temperatura de una sustancia, varía para diferentes materiales. Por ejemplo, suponga que<br />

aplicamos calor a cinco esferas, todas del mismo tamaño pero de material diferente, como<br />

muestra la figura 17.3a. Si deseamos elevar la temperatura de cada esfera a 100°C, descubriremos<br />

que algunas de las esferas deben calentarse más tiempo que otras. Para ilustrar esto,<br />

supongamos que cada esfera tiene un volumen de 1 cm3 y una temperatura inicial de 0°C.<br />

Cada una se calienta con un mechero capaz de suministrar energía térmica a razón de 1 cal/s.<br />

El tiempo necesario para que cada esfera alcance los 100°C aparece en la figura 17.3. Observe<br />

que la esfera de plomo alcanza la temperatura final en sólo 37 s, mientras que la esfera de hierro<br />

requiere 90 s de calentamiento continuo. Las esferas de vidrio, aluminio y cobre necesitan<br />

tiempos intermedios entre esos valores.<br />

Puesto que las esferas de hierro y de cobre absorben más calor, se esperaría que liberaran<br />

más calor al enfriarse. Esto puede demostrarse colocando las cinco esferas (a 100°C) simultáneamente<br />

sobre una barra delgada de parafina, como se ve en la figura 17.3b. Las esferas de<br />

hierro y de cobre llegarán a fundir la parafina y a caer en el recipiente. Las esferas de plomo y<br />

de vidrio jamás la atravesarán. Es obvio que cada material debe tener alguna propiedad que se<br />

(b)<br />

Figura 17.3 Comparación entre las capacidades caloríficas de cinco esferas de materiales diferentes.

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