04.01.2019 Views

La fortuna de los Rougon - Emile Zola

Historia natural y social de una familia bajo el Segundo Imperio. Y el primer episodio, La fortuna de los Rougon, debe llamarse con su título científico: Los orígenes. ÉMILE ZOLA

Historia natural y social de una familia bajo el Segundo Imperio. Y el primer episodio, La fortuna de los Rougon, debe llamarse con su título científico: Los orígenes.
ÉMILE ZOLA

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>de</strong>scompuesto él mismo el artículo, mezclando furiosamente <strong>los</strong> tipos<br />

como un juego <strong>de</strong> dominó. El librero que dirigía el periódico le miró actuar<br />

con aire estupefacto. En el fondo, estaba encantado <strong>de</strong>l inci<strong>de</strong>nte, pues el<br />

artículo le había parecido peligroso. Pero necesitaba imperiosamente<br />

material, si quería que El In<strong>de</strong>pendiente apareciese.<br />

—¿Me va a dar otra cosa? —preguntó.<br />

—¡Claro que sí! —respondió Aristi<strong>de</strong>.<br />

Se sentó a una mesa y comenzó un cálido panegírico <strong>de</strong>l golpe <strong>de</strong> Estado.<br />

Ya en la primera línea juraba que el príncipe Luis acababa <strong>de</strong> salvar a la<br />

República. Pero aún no había escrito una página, cuando se <strong>de</strong>tuvo y<br />

pareció buscar la continuación. Su cara <strong>de</strong> garduña se volvía inquieta.<br />

—Tengo que irme a casa —dijo por fin—. Le enviaré esto en seguida.<br />

Saldrá usted un poco más tar<strong>de</strong>, si es preciso.<br />

Al regresar hacia su casa, caminó lentamente, perdido en sus reflexiones.<br />

<strong>La</strong> in<strong>de</strong>cisión volvía a asaltarlo. ¿Por qué adherirse tan pronto? Eugène<br />

era un tipo inteligente, pero quizá su madre había exagerado el alcance <strong>de</strong><br />

una simple frase <strong>de</strong> su carta. En cualquier caso, más valía esperar y<br />

callarse.<br />

Una hora <strong>de</strong>spués, Angèle llegó a casa <strong>de</strong>l librero, fingiendo una gran<br />

emoción.<br />

—Mi marido acaba <strong>de</strong> herirse malamente —dijo—. Al volver a casa se pilló<br />

<strong>los</strong> cuatro <strong>de</strong>dos en una puerta. En medio <strong>de</strong> tremendos sufrimientos, me<br />

ha dictado esta noticia que le ruega que publique mañana.<br />

Al día siguiente, El In<strong>de</strong>pendiente, compuesto casi por entero <strong>de</strong> sucesos,<br />

apareció con estas líneas al frente <strong>de</strong> la primera columna:<br />

Un lamentable inci<strong>de</strong>nte acaecido a nuestro eminente colaborador, D.<br />

Aristi<strong>de</strong> <strong>Rougon</strong>, nos privará <strong>de</strong> sus artícu<strong>los</strong> durante algún tiempo. El<br />

silencio le resultará cruel en las presentes circunstancias. Pero ninguno <strong>de</strong><br />

sus lectores dudará <strong>de</strong> <strong>los</strong> votos que sus sentimientos patrióticos formulan<br />

por la felicidad <strong>de</strong> Francia.<br />

Esta oscura nota había sido maduradamente estudiada. <strong>La</strong> última frase<br />

99

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!