La fortuna de los Rougon - Emile Zola
Historia natural y social de una familia bajo el Segundo Imperio. Y el primer episodio, La fortuna de los Rougon, debe llamarse con su título científico: Los orígenes. ÉMILE ZOLA
Historia natural y social de una familia bajo el Segundo Imperio. Y el primer episodio, La fortuna de los Rougon, debe llamarse con su título científico: Los orígenes.
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su vergonzosa y sucia familia, pues <strong>los</strong> esposos no dudaron ni por un<br />
instante <strong>de</strong> que la carta fuese obra <strong>de</strong> Antoine.<br />
—Habrá que <strong>de</strong>sembarazarse a toda costa <strong>de</strong> ese canalla —dijo Pierre<br />
con aire sombrío—. Resulta <strong>de</strong>masiado molesto.<br />
Mientras tanto Macquart, reanudando su vieja táctica, buscaba cómplices<br />
contra <strong>los</strong> <strong>Rougon</strong> en la propia familia. Al principio había contado con<br />
Aristi<strong>de</strong>, al leer sus terribles artícu<strong>los</strong> <strong>de</strong> El In<strong>de</strong>pendiente. Pero el joven,<br />
aunque cegado por su rabia ce<strong>los</strong>a, no era lo bastante tonto para hacer<br />
causa común con un hombre como su tío. Ni siquiera se tomó el trabajo <strong>de</strong><br />
tratarlo con tino y lo mantuvo siempre a distancia, lo cual hizo que Antoine<br />
lo calificara <strong>de</strong> sospechoso; en <strong>los</strong> cafetines don<strong>de</strong> reinaba este último, se<br />
llegó a <strong>de</strong>cir que el periodista era un agente provocador. Derrotado por ese<br />
lado, a Macquart sólo le quedaba son<strong>de</strong>ar a <strong>los</strong> hijos <strong>de</strong> su hermana<br />
Ursule.<br />
Ursule había muerto en 1839, realizando así la siniestra profecía <strong>de</strong> su<br />
hermano. <strong>La</strong>s neurosis <strong>de</strong> su madre se habían mudado en ella en una tisis<br />
lenta que poco a poco la consumió. Dejaba tres hijos: una muchacha <strong>de</strong><br />
dieciocho años, Helène, casada con un empleado, y dos chicos, el mayor,<br />
François, un joven <strong>de</strong> veintitrés años, y el último en nacer, una pobre<br />
criatura <strong>de</strong> apenas seis años que se llamaba Silvère. <strong>La</strong> muerte <strong>de</strong> su<br />
mujer, a la que adoraba, fue para Mouret como un rayo. Se arrastró<br />
durante un año, sin ocuparse <strong>de</strong> sus asuntos, perdiendo el dinero que<br />
había atesorado. Después, una mañana, le encontraron ahorcado en un<br />
tocador don<strong>de</strong> estaban aún colgados <strong>los</strong> trajes <strong>de</strong> Ursule. Su hijo mayor, a<br />
quien había podido dar una buena educación comercial, entró <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>pendiente en casa <strong>de</strong> su tío <strong>Rougon</strong>, don<strong>de</strong> sustituyó a Aristi<strong>de</strong>, que<br />
acababa <strong>de</strong> marcharse.<br />
<strong>Rougon</strong>, a pesar <strong>de</strong> su profundo odio a <strong>los</strong> Macquart acogió <strong>de</strong> muy buena<br />
gana a su sobrino, a quien sabía laborioso y sobrio. Necesitaba a un<br />
muchacho abnegado que lo ayudase a levantar el negocio. A<strong>de</strong>más, en la<br />
época <strong>de</strong> prosperidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> Mouret, había sentido gran estimación por<br />
aquella pareja que ganaba dinero, y <strong>de</strong> resultas <strong>de</strong> eso se había<br />
reconciliado con su hermana. Quizá también quería, al aceptar a François<br />
como empleado, ofrecerle una compensación; había <strong>de</strong>spojado a la<br />
madre, y se libraba <strong>de</strong> remordimientos dándole trabajo al hijo; <strong>los</strong> bribones<br />
tienen estos cálcu<strong>los</strong> <strong>de</strong> honra<strong>de</strong>z. Fue un buen negocio. Encontró en su<br />
sobrino la ayuda que buscaba. Si, en esa época, la casa <strong>Rougon</strong> no hizo<br />
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