04.01.2019 Views

La fortuna de los Rougon - Emile Zola

Historia natural y social de una familia bajo el Segundo Imperio. Y el primer episodio, La fortuna de los Rougon, debe llamarse con su título científico: Los orígenes. ÉMILE ZOLA

Historia natural y social de una familia bajo el Segundo Imperio. Y el primer episodio, La fortuna de los Rougon, debe llamarse con su título científico: Los orígenes.
ÉMILE ZOLA

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

¿qué hacer? Granoux estuvo a punto <strong>de</strong> aconsejar la misma táctica que<br />

les había salido bien la víspera: escon<strong>de</strong>rse, esperar a que <strong>los</strong> insurrectos<br />

hubieran cruzado la ciudad, y triunfar a continuación en las calles<br />

<strong>de</strong>siertas. Pierre, felizmente, recordando <strong>los</strong> consejos <strong>de</strong> su mujer, dijo que<br />

Roudier había podido equivocarse, y que lo mejor sería ir a ver. Ciertos<br />

miembros torcieron el gesto; pero, cuando se convino que una escolta<br />

armada acompañaría a la comisión, todos bajaron con gran valentía.<br />

Abajo, <strong>de</strong>jaron sólo unos cuantos hombres; se hicieron ro<strong>de</strong>ar por unos<br />

treinta guardias nacionales; <strong>de</strong>spués se aventuraron por la ciudad<br />

dormida. Sólo la luna, <strong>de</strong>slizándose a ras <strong>de</strong> <strong>los</strong> tejados, alargaba sus<br />

sombras lentas. Marcharon en vano a lo largo <strong>de</strong> las fortificaciones, <strong>de</strong><br />

puerta en puerta, con el horizonte amurallado, sin ver nada, sin oír nada.<br />

Los guardias nacionales <strong>de</strong> <strong>los</strong> diferentes retenes les dijeron, sí, que <strong>de</strong> la<br />

campiña llegaban ráfagas especiales, por encima <strong>de</strong> <strong>los</strong> portones<br />

cerrados; aguzaron el oído sin captar otra cosa que un rumor lejano, en el<br />

que Granoux pretendió reconocer el clamor <strong>de</strong>l Viorne.<br />

Sin embargo, seguían inquietos; iban a regresar a la alcaldía muy<br />

preocupados, aunque fingiendo encogerse <strong>de</strong> hombros y motejando a<br />

Roudier <strong>de</strong> cobar<strong>de</strong> y visionario, cuando <strong>Rougon</strong>, interesado en<br />

tranquilizar plenamente a sus amigos, tuvo la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> ofrecerles el<br />

espectáculo <strong>de</strong> la llanura, en varias leguas. Condujo a la pequeña tropa al<br />

barrio <strong>de</strong> San Marcos y fue a llamar a la mansión <strong>de</strong> Valqueyras.<br />

El con<strong>de</strong>, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> primeros disturbios, había partido hacia su castillo <strong>de</strong><br />

Corbiére. En la mansión sólo estaba el marqués <strong>de</strong> Carnavant. Des<strong>de</strong> la<br />

víspera, se había mantenido pru<strong>de</strong>ntemente al margen, no porque tuviera<br />

miedo, sino porque le repugnaba que lo vieran trapicheando con <strong>los</strong><br />

<strong>Rougon</strong>, en la hora <strong>de</strong>cisiva. En el fondo ardía <strong>de</strong> curiosidad; había tenido<br />

que encerrarse, para no correr a presenciar el asombroso espectáculo <strong>de</strong><br />

las intrigas <strong>de</strong>l salón amarillo. Cuando un ayuda <strong>de</strong> cámara acudió a<br />

<strong>de</strong>cirle, en plena noche, que había abajo unos señores que preguntaban<br />

por él, no pudo conservar su pru<strong>de</strong>ncia más tiempo, se levantó y bajó a<br />

toda prisa.<br />

—Mi querido marqués —dijo <strong>Rougon</strong> presentándole a <strong>los</strong> miembros <strong>de</strong> la<br />

comisión municipal—, tenemos que pedirle un favor. ¿Podría or<strong>de</strong>nar que<br />

nos condujeran al jardín <strong>de</strong> la casa?<br />

—Des<strong>de</strong> luego —respondió el marqués, sorprendido—, voy a llevarles yo<br />

mismo.<br />

235

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!