Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
los espectáculos no constituyen un tema de conversación
elevado puesto que hablar de ellos no contribuye en nada
a la mejora moral.
En las lecturas públicas se recitaban ante el auditorio
textos literarios o filosóficos. En apariencia, al aprendiz
podría resultarle provechosa su frecuentación. Pero Epicteto
alerta a sus discípulos. Los conferenciantes hablan,
sobre todo, buscando la admiración de los oyentes y no
su edificación (D., II, 23). Por lo tanto, uno habrá de tener
buenas razones para asistir a esas lecturas. Y en ellas,
como en el caso de los espectáculos, no se puede tom ar
partido ni dejarse llevar por la pasión.
33,12-13. No m ostrarse ansioso
en la relación con los poderosos
Cuando señala (33,12) que el aprendiz de filósofo, en sus
encuentros con los poderosos, ha de seguir el ejemplo de
Zenón, el M anual no precisa la actitud concreta que se
debe adoptar. Pero encontramos alguna otra alusión en
ciertos pasajes de las Disertaciones (D., 11,13, 14, 17, 24):
«Zenón [el fundador del estoicismo] no mostraba ninguna
ansiedad cuando tenía que ver a Antígono [Antígono
Gónatas, rey de Macedonia], Y era porque nada que le
interesara dependía verdaderamente del poder de Antígono».
Por el contrario, era éste quien se mostraba ansioso
cuando tenía que ver a Zenón, y con motivo, pues quería
complacerle y eso no estaba en sus manos. Reaparece
aquí el tema fundamental del discernimiento entre las co
189