You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
a la hora de comentar los textos más difíciles46 y de contentarse
con la simple admiración de los alumnos en lugar
de intentar que abrazaran la conversión a una vida
mejor (D., III, 21, 8): «¿Y entonces para qué abandonan
los jóvenes patria y familia, para escuchar cómo comentas
cosas sin importancia?». Y añadía: lo importante para
los discípulos llegados con intención de aprender filosofía
es ganar la paz espiritual, adquirir un sentido de comunidad
y la facultad de aceptar todo cuanto sucede. A eso
debe aspirar el discurso del filósofo. Por lo demás, Epicte-
to expone claramente su modo de pensar cuando afirma
(D., II, 23, 46): «A veces se cree que desprecio el estudio
de la lógica y de los teoremas. No lo desprecio, pero critico
la dedicación única a ese estudio y poner en él todas
nuestras esperanzas».
Y para ilustrar sus palabras (O., III, 23,29) Epicteto propone
el ejemplo de Musonio, quien decía: «Si disponéis de
tiempo para alabarme significa que mis enseñanzas son
vanas». «Pues —proseguía Epicteto—, Musonio hablaba
de tal manera que cada uno, sentado jum o a él, pensaba
que estaba aireando sus defectos, hasta tal punto conocía
nuestro estado de ánimo a cada instante, hasta tal punto
le exponía a cada uno sus debilidades». En el prefacio a las
Disertaciones, Amano explica también que Epicteto «tenía
seguramente como mayor objetivo orientar el espíritu de
sus oyentes hacia el bien»47.
“ Es el tema de Disertaciones III, 23. Véase Maniuil, 49.
” Salutación de Amano a Lucio Celio, al comienzo de las Disertaciones, $.
79