05.12.2015 Views

Y SIN EMBARGO SE MUEVE

06ba5b16cf9d4eeb14ee4c60472487bb

06ba5b16cf9d4eeb14ee4c60472487bb

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

122 |<br />

Negociación Gobierno-ELN. Y sin embargo, se mueve<br />

ción entre la forma Estado y las organizaciones sociales, los movimientos, los<br />

partidos, las víctimas, los sindicatos, el campesinado, entre otros grupos. Ese<br />

es un deslizamiento político relevante, porque implica la redistribución de la<br />

autoridad de la negociación, pero al mismo tiempo, pone de manifiesto que<br />

la negativa del ELN a dejar las armas tiene como justificación la idea de que<br />

son precisamente ellas la condición de posibilidad de una negociación entre la<br />

sociedad civil y el Estado.<br />

Paradójicamente, afirmar eso no cambia de manera sustancial las condiciones<br />

de la guerra. El reconocimiento del ELN como un tercer actor en<br />

posición de garante no implica menos represión, ni menos desigualdad, ni la<br />

profundización y radicalización de la democracia en un país tan profundamente<br />

excluyente como Colombia. Al final, las negociaciones tienen un carácter puntual<br />

y restringido y, para ser completamente honestos, si la guerra ha sido una de las<br />

estrategias más efectivas para neutralizar posibilidades políticas y reproducir<br />

un orden de poder excluyente, represivo y desigual, no existen garantías de que<br />

con el fin de la guerra no se reformulen también las tecnologías de exclusión,<br />

represión y muerte.<br />

La cuestión por lo tanto no es sólo de garantías políticas y de desmantelamiento<br />

del terrorismo de Estado; en las últimas décadas, sucedió un reordenamiento<br />

territorial que apuntaló un modelo regional; las diálogos actuales no<br />

tienen la intención de cambiar la orientación de ese modelo; otrora, cuando<br />

producto de otro pacto se consagró la Constitución Política actual, en el año 91,<br />

se promulgó una ley de ordenamiento territorial que nunca terminó de adecuarse,<br />

ni fue efectiva, de modo que posibilitó la acumulación de conflictos hasta<br />

hoy. Pensar los mecanismos que garanticen el ordenamiento territorial es un reto<br />

ineludible, si el Estado se entiende como un proyecto en construcción, en el que<br />

amplios sectores de población deben ser más que simplemente “reconocidos”.<br />

La captura, la neutralización y el movimiento<br />

La forma en la que el ELN ha orientado las posibilidades de la negociación<br />

ha abierto un escenario importante de explorar. Por décadas, la lucha armada<br />

se asumió como la forma privilegiada de acción radical. Esto, por supuesto,<br />

no es exclusivo de Colombia. Por el contrario, hace parte de procesos globales<br />

que emergieron, al menos, desde comienzos del siglo XX. La violencia, en su<br />

sentido más amplio, se comprendió como la posibilidad concreta de ruptura<br />

con el orden de poder existente. El ejercicio de la violencia, por lo tanto, tenía<br />

un carácter transgresor, disruptivo, capaz de desatar nuevas fuerzas y crear<br />

horizontes de vida alternativos. En este país, sin embargo, la violencia como<br />

forma de disrupción se normalizó y perdió su carácter transformador. De alguna

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!