You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Del derecho a la paz, a una paz con derechos | 173<br />
Se trata entonces de incorporar un sujeto social a las conversaciones, de<br />
modo que, de una parte, dote de legitimidad las demandas y, de otra, posibilite<br />
una correlación de fuerzas distinta a la existente en esta disputa política. Se<br />
podría pensar entonces en el intercambio de tres partes, que se hace bilateralmente<br />
de manera autónoma, pero orientado a crear vínculos entre las tres: el<br />
diálogo del gobierno con la insurgencia, el del gobierno y la insurgencia con<br />
el sujeto social (organizaciones sociales y comunidades organizadas) sobre la<br />
base de una agenda definida, de manera armónica, vinculante y con sentido de<br />
complementariedad.<br />
Sobre el fondo de la cuestión<br />
Pensar en el cómo me ha llevado al para qué, a pensar en el quehacer del ELN<br />
más allá de las negociaciones de paz. Parto de considerar su proyecto y su trayectoria<br />
política, nutridos de diferentes corrientes y fuentes: desde el marxismo,<br />
pasando por la revolución cubana, el pensamiento camilista, hasta la Teología de<br />
la Liberación. La consideración se hace tanto a la luz de lo que es el país, como<br />
desde los desafíos que hoy enfrenta la humanidad en su conjunto. El conflicto<br />
nos ha llevado a mirar solamente nuestro ombligo. Superar esa postura debe<br />
conducirnos desde ya a asumirnos como parte de una ciudadanía global que<br />
reclama profundos cambios.<br />
La oportunidad de la paz parece hoy más cercana que nunca en el país,<br />
pero nos llega en un momento paradójico de la humanidad. Por un lado, existe<br />
un sentimiento de urgencia de hacer algo ya ante la crisis ecológica y ante la<br />
intensidad de las desigualdades sociales. Y está también una percepción opuesta<br />
acerca de que las transformaciones son de largo plazo, comprometen la civilización<br />
y es imposible cambiar todo ahora; eso implica que no basta tomar el poder,<br />
sino que es necesario transformar el Estado Moderno (De Sousa Santos, 2008).<br />
En ese estado paradójico de cosas, la movilización social se impone en<br />
diferentes puntos del planeta. Desde las luchas por el agua en Bolivia, las manifestaciones<br />
de los indignados en Europa y las multitudinarias protestas que<br />
dieron lugar a la llamada Primavera Árabe. La movilización social se posiciona<br />
como el motor jalonador de los cambios.<br />
*****<br />
El ELN tiene en su haber una perspectiva de lucha por los derechos, que<br />
se nutre de lo que el maestro Umaña Luna desarrolló como Humanismo Social.<br />
“La paz con justicia social, decía el maestro, solo podrá ser viable de un esperado<br />
pacto general (sic) y para ello el paradigma del cumplimiento de los derechos