You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ELN ante la negociación política | 39<br />
Unidos; por el otro carril anduvo el proceso de negociación con las FARC en<br />
medio de la confrontación armada y con zona de distensión.<br />
Las aproximaciones entre el ELN y el gobierno fueron promovidas por<br />
iniciativas ciudadanas, como la que dio origen a la Comisión Facilitadora Civil<br />
para los diálogos con el ELN, grupo plural de ciudadanos. Esta comisión se proponía<br />
el establecimiento de una mesa de negociaciones. La inédita experiencia<br />
fue acompañada por el Grupo de Países Amigos, instancia de cooperación de<br />
la comunidad internacional integrada por los embajadores de España, Suiza,<br />
Francia Noruega y Cuba, reconocida mediante decreto presidencial. En gran<br />
medida, el trabajo se orientó, por mandato de las partes, a explorar las condiciones<br />
para el establecimiento de una Zona de Encuentro en el Magdalena<br />
Medio, para adelantar la Convención propuesta por el ELN e instalar la mesa<br />
de negociaciones de paz. La falta de decisión política del gobierno y su incapacidad<br />
para frenar el sabotaje paramilitar al establecimiento de la zona terminó<br />
por anular estos esfuerzos.<br />
En medio de estas contingencias, hubo dos encuentros en los que participaron<br />
gremios empresariales, centrales sindicales, minorías étnicas, jóvenes,<br />
mujeres e iglesias, entre otros. Uno fue el Encuentro por un Consenso por la<br />
Paz de Colombia, realizado en Ginebra, Suiza, en julio de 2000; el segundo, la<br />
Cumbre por la Paz en La Habana, en enero de 2002. En ellos se propusieron<br />
acuerdos humanitarios, la urgencia de una política de paz de Estado que garantizara<br />
su continuidad y no la dejara sujeta a las contingencias de los cambios de<br />
gobierno, la relevancia del acompañamiento internacional por parte de gobiernos<br />
y de organismos multilaterales como las Naciones Unidas y la necesidad de<br />
reformas para profundizar la precaria democracia colombiana.<br />
En particular, en la Cumbre de Paz de La Habana se acordó una agenda<br />
de transición que comprendía la realización de foros sobre algunos puntos de<br />
la agenda de una eventual negociación, como la política de explotación de recursos<br />
naturales, en particular, del petróleo. Se trataba de producir un empalme<br />
de facto con el nuevo gobierno.<br />
Inexplicablemente, el presidente Pastrana suspendió los diálogos. Sin<br />
embargo, el gobierno de Uribe Vélez retomó las conversaciones con el ELN,<br />
suspendidas por esta organización en diciembre de 2002, al considerar que el<br />
gobierno tenía una política de guerra y no de paz.<br />
Luego, mediante las gestiones facilitadoras del gobierno mexicano que<br />
designó un embajador ad hoc, se produjeron acercamientos que avanzaron<br />
hasta la programación de un encuentro entre el gobierno y el ELN en el exterior,<br />
con garante internacional. El nuevo intento también se frustró ante el rechazo<br />
por parte de los insurgentes de la exigencia presidencial de un cese de previo<br />
de hostilidades.