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Territorios donde venimos construyendo la paz | 213<br />
para reivindicar la lucha social como productora de procesos regionales cuyo<br />
horizonte es la vida digna de los pobladores y las comunidades. Dicen que es el<br />
momento de disminuir los riesgos, para que exista una nueva trama relacional e<br />
institucional frente a los intereses que defienden modelos de desarrollo basados<br />
en la agroexportación, la explotación extensiva, la extracción desmesurada y la<br />
comercialización de pasta de coca.<br />
Es lugar común afirmar que muchas de las condiciones de vida de la gente<br />
en las regiones son producto del abandono por parte de las instituciones del<br />
Estado. Pero las voces que contrastan dicha aseveración expresan que el Estado<br />
ha desempeñado un papel: reproduciendo la desarticulación físico-espacial<br />
del territorio, al carecer de vías de comunicación y servicios básicos; con la<br />
imposibilidad de conformar mercados internos y redes técnico-económicas,<br />
promoviendo la salida militarista, consolidada en el proyecto paramilitar. Para<br />
los pobladores en movilización, todos estos elementos en conjunto evidencian<br />
la intención del Estado colombiano de impulsar la desintegración regional.<br />
Frente a esta presencia del Estado, una parte de los pobladores ha respondido<br />
con la movilización y la construcción de región. Emerge desde la<br />
movilización de los pobladores la necesidad de sobrepasar las reivindicaciones<br />
definidas desde el aislamiento de los municipios para empezar a señalar, desde<br />
una definición más programática, la importancia geoestratégica de las regiones.<br />
La lucha, en sus distintos episodios y repertorios, nos mostrará cómo de la necesidad<br />
de escuelas y puentes para los municipios, se pasó a reivindicar el valor<br />
regional de los yacimientos minerales de petróleo, oro, platino y calizas; además<br />
de apuntar críticamente la presencia de tierras aptas para la siembra de palma<br />
africana y de otros cultivos comerciales mecanizados. Este posicionamiento<br />
de los pobladores ha hecho que el conflicto por el territorio sea el centro de su<br />
movilización y que la construcción territorial sea uno de los principales ejes de<br />
propuesta de configuración regional.<br />
El conflicto territorial no sólo debate sobre quién es el propietario, sino<br />
también acerca de quién expresa y tiene capacidad de control sobre los intereses<br />
de la población. Esto redunda en un conflicto político que ha tenido distintas<br />
expresiones, una de las más importantes es el conflicto armado. El conflicto<br />
político ha puesto sobre el tapete el problema de la distribución espacial del<br />
poder, haciendo de primer orden temas vinculados con la participación y el<br />
ordenamiento territorial. Estas relaciones conforman un marco de identidades,<br />
diferencias y contradicciones, que desde la experiencia relatada por los pobladores<br />
se hace más “entendible”, cuanto más claros se hacen los intereses por el<br />
poder y el territorio.<br />
En unas y otras dinámicas de lucha social que se asumen como procesos<br />
de construcción de región, se han venido generando formas organizativas,