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Negociación Gobierno-ELN. Y sin embargo, se mueve<br />
le debió quitar la administración del subsuelo, ni la responsabilidad de adjudicar<br />
los bloques y establecer el modelo contractual.<br />
La ley de hidrocarburos debe diseñarse como una herramienta esencial<br />
para lograr la verdadera paz después del fin del conflicto armado. Buscar la<br />
materialización como bienes de utilidad pública e interés social de los recursos<br />
naturales y el subsuelo, tal como lo contempla la Constitución Política. Esto sólo<br />
se es posible si el Estado explota directamente los recursos minero- energéticos,<br />
o si este tiene una buena participación en la renta petrolera, para que esos bienes<br />
sean los generadores de los recursos que jalonen el desarrollo económico<br />
y social de país.<br />
Se debe garantizar el suministro interno de hidrocarburos a un precio<br />
preferencial, para que el pueblo colombiano pueda disfrutar de combustibles<br />
baratos que hagan del aparato productivo un protagonista competitivo en el<br />
mercado internacional. Igualmente, el Estado debe vigilar, con inspectores, la<br />
explotación petrolera y minera, de modo que se elimine la autonomía de las multinacionales.<br />
Esa condición solo ha servido para atropellar a las comunidades,<br />
afectar al medio ambiente y dañar los yacimientos con operaciones antitécnicas.<br />
La ANH debe ser liquidada, devolviendo la administración del subsuelo<br />
a Ecopetrol. La empresa estatal necesita ser fortalecida mediante la unidad<br />
de empresa, integrando las filiales y subsidiarias que hoy conforman el grupo<br />
empresarial Ecopetrol. De igual manera, se deben dar por terminadas las<br />
concesiones adjudicadas por la ANH, o, por lo menos, renegociarlas con una<br />
importante participación para el país en la producción.<br />
El sistema general de regalías debe reformarse aumentando nuevamente la<br />
tasa de liquidación a un mínimo del 20%. Además, necesita definirse una nueva<br />
distribución de las mismas, que beneficien a las comunidades directamente<br />
afectadas por la explotación petrolera y minera.<br />
Para que la explotación de esta riqueza minero-energética sea sostenible,<br />
se deben establecer y definir zonas protegidas y zonas de reserva. La consigna<br />
debe ser: “petróleo y minería sí, pero no así, ni en cualquier parte, ni de cualquier<br />
manera”.<br />
Cómo se llegue a esta solución es un asunto de obligatorio diálogo y<br />
acuerdo en la mesa de negociación ELN – gobierno, con la participación del<br />
pueblo colombiano. La población es la que, mediante talleres, está llamada a<br />
contribuir a la redacción del articulado de la ley orgánica de hidrocarburos, que<br />
se aprobaría por medio de un referendo.