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Agenda petrolera y participación política | 187<br />
plotación y evacuación de los recursos hidrocarburíferos. Los inversionistas<br />
consideran este aspecto en la industria como una externalidad y solamente lo<br />
atienden en función de su cálculo financiero de costos y beneficios. La forma<br />
contractual transfiere poderes administrativos y de control a la empresa petrolera<br />
para garantizar el máximo de utilidades mediante la aceleración del ritmo<br />
de explotación. Los impactos al entorno no son una preocupación central en el<br />
proceso de producción: lo que importa es crear el entorno industrial, caracterizado<br />
por lo siguiente: descapotamiento de las áreas, eliminación de desechos<br />
tóxicos, despoblamiento de las áreas aledañas a sus instalaciones, fractura de<br />
las dinámicas agroalimentarias de las unidades de producción o abastecimiento<br />
y contaminación de las fuentes de agua. Los costos de esta desestructuración<br />
son trasladados a la sociedad.<br />
Las relaciones políticas de la región se transforman y hay sustituciones<br />
económicas, que van acompañadas de cambios en las relaciones de poder. La<br />
administración de la industria aparece como un nuevo actor con atribuciones<br />
sobre el conjunto social; la región no puede suministrar el tipo de trabajo que<br />
requiere la actividad petrolera, ya que sólo provee en general mano de obra no<br />
calificada; la estructura de las relaciones sociales, culturales y políticas anteriores<br />
a la aparición de la riqueza se fractura para reorganizarse social y políticamente,<br />
según nuevos intereses.<br />
Las nuevas relaciones políticas son las que definen la finalidad de la política,<br />
el manejo de la municipalidad y el destino de la renta petrolera asignada. La problemática<br />
que plantea esta situación se resuelve según las necesidades de eficacia<br />
y eficiencia, definidas según lo que se considera una adecuada actividad industrial<br />
en condiciones estables, para el período de la explotación petrolera (de acuerdo<br />
con el tiempo contractual de producción y la aceleración de la extracción).<br />
En el tiempo del contrato conviven dos problemáticas sociales: una relevante,<br />
moderna y racional, asociada a la renta petrolera; y otra secundaria,<br />
tradicional, no inmersa, ni sustituida que rompe las redes de convivencia que<br />
constituyen el territorio existente para transformarlo en campos extractivos,<br />
referida a las relaciones sociales del petróleo. De esta realidad, emergen conflictos<br />
sociales y políticos nuevos y se profundizan los existentes.<br />
La estructura política tradicional se ve amenazada por las posibilidades<br />
de los nuevos actores y a la vez, es la base de las decisiones políticas para la<br />
administración de los recursos de la bonanza fiscal y económica. El manejo<br />
del volumen de los ingresos por regalías se convierte en el punto central de<br />
la actividad política y estimula a diversas fuerzas a la competencia por el poder.<br />
La estabilidad política dependerá, entonces, de la equidad en el acceso y<br />
participación en la riqueza, de lo contrario, se crea un escenario proclive a la<br />
utilización de la violencia.