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Negociación Gobierno-ELN. Y sin embargo, se mueve<br />
definitiva la decisión del ELN de encontrar una salida política al conflicto armado,<br />
bandera que ha levantado la sociedad civil, en particular el movimiento<br />
de derechos humanos y paz durante décadas.<br />
Las dificultades están en el propósito, en el cómo y en el con quiénes, lo que<br />
en la práctica es la solución política al conflicto armado con el ELN, en concreto.<br />
Corresponde al ELN tomar la decisión de una vez por todas de sacar<br />
las armas de la política. En el cómo, en términos de una agenda acotada para<br />
sentar las bases de un ejercicio de la política que lleve a las transformaciones<br />
que la sociedad colombiana requiere. En el con quiénes, en que la participación<br />
de la sociedad no es un asunto que esa organización agencia y que la sociedad<br />
encontrará de manera autónoma la forma de intervenir y participar, como lo<br />
han hecho en general las organizaciones sociales, las organizaciones de mujeres<br />
y las organizaciones de víctimas, en el caso de las negociaciones con las FARC.<br />
En cuanto a las negociaciones de las organizaciones sociales y sus reivindicaciones,<br />
estas las han hecho y las seguirán haciendo con o sin conflicto armado<br />
y el mejor escenario para esa práctica de movilización jurídica, política y social<br />
es la terminación de la confrontación armada. Son buenos ejemplos la movilización<br />
de la Cumbre Agraria, Étnica y Popular o las movilizaciones indígenas.<br />
Está claro en la naturaleza misma de la sociedad civil el hecho de no requerir<br />
tutela alguna ni del Estado, ni de los partidos, mucho menos del movimiento<br />
armado. Por eso, hemos dicho y sostenemos que la sociedad civil, los movimientos<br />
sociales no necesitan al ELN, ni como vanguardia, ni como retaguardia<br />
armada para el desarrollo de sus procesos y reivindicaciones. Por el contrario,<br />
lo que la sociedad colombiana y la sociedad civil requieren, lo que necesitan,<br />
y hay suficientes evidencias en el respaldo mayoritario de la población a ello<br />
en las encuestas, es que el ELN negocie la terminación del conflicto armado y<br />
como resultado de ello haga dejación de las armas y desarrolle a cabalidad la<br />
condición de actor político que reclama.<br />
Sin embargo, sólo el compromiso efectivo del Estado de llegar a acuerdos<br />
con las organizaciones sociales y poner a disposición de la implementación<br />
pronta y oportuna de esos acuerdos el conjunto de los recursos y voluntades<br />
necesarias y suficientes podrá dar paso a las alternativas no violentas de trámite<br />
de conflictos. Los incumplimientos del gobierno y el Estado a sus compromisos<br />
con los sectores sociales, si bien no cambian ni cambiarán por vía de la acción<br />
armada del ELN, si facilitan la imagen o percepción en algunos sectores de la<br />
imposibilidad de lograr la satisfacción de sus demandas y la realización efectiva<br />
de sus derechos sin el recurso de las armas.<br />
Reafirmamos entonces que el sentido de la negociación es lograr que un<br />
Estado democrático fuerte, una sociedad civil fuerte y una sociedad política<br />
comprometidos con la plena garantía y goce efectivo de los derechos de todos