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Negociación Gobierno-ELN. Y sin embargo, se mueve<br />
errores que puedan cometerse en la comunicación, el hecho real es que hay una<br />
marcha. Tiene grandes dificultades, pero encuentra salidas.<br />
¿Cómo puede ser una negociación con el ELN?<br />
¿Ocurrirá lo mismo con el ELN al abrirse la ronda pública de negociaciones?<br />
Repasemos lo que hasta ahora ha ocurrido, analicemos y especulemos.<br />
Hace aproximadamente dos años, en algunos sectores democráticos, de<br />
la izquierda y de intelectuales independientes que en cierta forma gravitaban<br />
alrededor de una especie de “universo camilista” se insistió públicamente en un<br />
punto: llamar al gobierno y al ELN (pero especialmente al gobierno) a iniciar<br />
las negociaciones. Subyacía a esa idea en algunos de esos sectores la creencia de<br />
que el gobierno podría estar dando al ELN un tratamiento “de segunda”, al no<br />
haberlo llamado al mismo tiempo que llamó a las FARC. Eso nunca se sabrá a<br />
ciencia cierta, pero la única forma real y concreta de desmentirlo era —superando<br />
cualquier discurso políticamente interesado de las partes— abriendo las<br />
negociaciones. Y las negociaciones se abrieron.<br />
En adelante, la discusión se centró en la agenda. Los mismos sectores<br />
a los que nos hemos referido en el párrafo anterior especularon sobre ella y<br />
llegaron a una conclusión inicial que, por esquemática, resultó equivocada:<br />
grosso modo, se discutirían con el ELN las mismas cosas que se discutían en<br />
La Habana, pero con sus propios puntos sustantivos; en otras palabras, en vez<br />
del punto agrario que discutían las FARC, el ELN discutiría sobre la política<br />
minero-energética. No fue así. Seguramente, esta última problemática estará<br />
presente como un componente del punto “transformaciones necesarias para<br />
la paz” que se ha pactado en la ronda reservada, pero no es, por ahora, el gran<br />
punto de contenido que tantos suponían.<br />
La entrevista a Antonio García por parte del diario Tiempo Argentino publicada<br />
en enero de 2015 ofreció algunas claridades, cuyo alcance podía precisarse<br />
también con el seguimiento del tema en las publicaciones oficiales del ELN.<br />
Nuevamente, en términos generales, la situación se planteaba en los siguientes<br />
términos:<br />
El problema de la participación<br />
Un primer punto crucial para el ELN pasaba a ser el de la participación de la<br />
sociedad en las conversaciones. Simplificando quizás mucho la cuestión, podría<br />
decirse que en este punto el ELN propendía porque fueran “la gente” o “el<br />
pueblo” o “las comunidades” las que negociaran con el gobierno sus propios<br />
problemas con el Estado, y que el ELN simplemente apoyaría o haría suya dicha