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Entre prójimos - Latin American Network Information Center

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182 KIMBERLY THEIDON<br />

miembros de estas comunidades expresan su preocupación por el hecho de que algunos<br />

sectores de sus comunidades sigan "ideologizados", un tema que trataremos más adelante.<br />

Cuando se refieren a los senderistas, en casi todas nuestras conversaciones dijeron que<br />

eran encapuchados. Por supuesto, reconocemos que el uso de pasamontañas era una<br />

práctica difundida entre la guerilla pero también entre los sinchis. Sin embargo, lo que nos<br />

llama la atención es cómo se refieren a estos encapuchados: la gran mayoría eran<br />

conocidos.<br />

Tiquihua, notas de campo, diciembre de 2002<br />

En el camino me encontré con Maura Romero y su esposo Moisés. Estaban sembrando<br />

maíz a la espalda de su casa. Me acerqué para saludarlos y ayudarlos a sembrar. Con<br />

mucho recelo me decía don Moisés:<br />

Pues nosotros somos sufridos, así somos los campesinos. Por el favor de Dios<br />

comemos. A mi me han maltratado los compañeros, esos malditos. Eran encapuchados.<br />

Venían de Hualla, incluso eran mis compadres nomás de aquí. Ahora están<br />

paseándose; otros se han muerto. Todos nos callamos nomás, con tanto temor. Sólo yo<br />

sé por qué me hacían eso. ¿A quién te ibas a quejar en ese tiempo? Ya no había<br />

autoridades. A los que no eran convencidos [mana iñiqkunata], les acusaban de<br />

soplón. Me llevaron a Cachipampa, entre las chacras me hicieron arrodillar. Mi cabeza<br />

estaba tapada con plástico, mis pies atados. Allí me masacraron. Todo lo que hicieron<br />

me han hecho. Por eso es que me fui a Lima y sané en tres meses. Todas mis costillas<br />

estaban rotas, ni siquiera podía respirar.<br />

Mientras contaba esto, su esposa estaba muy agitada. Cuando terminamos de<br />

conversar, su esposa se le acercó y le dijo: "Upachu kanki chqykunata rimanikipaq mana<br />

risqisqayki runakunaman" ["¿Acaso eres tonto para que cuentes a personas<br />

desconocidas?']. "Upallay, cállate", respondió don Moisés. Me miró nuevamente:<br />

"Cuando recuerdo, me da ganas de llorar. ¿Qué habrá hecho este pueblo para que esas<br />

cosas pasen?".<br />

mismo autor ofrece una crítica importante del concepto de "violencia endémica" en Mayer, 1993.

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