Entre prójimos - Latin American Network Information Center
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15/ "COMO SI NUNCA HUBIERAN MATADO A GENTE" 243<br />
Traté de explicarle que no nos habían hablado de ella. La señora Leoncia no decía<br />
nada. Don Fortunato rompió el silencio diciendo:<br />
-Voy a seguir hablando. Ya me pasó ya. Allí por segundos dejé de existir. Perdí la<br />
vista y morí. Como de noche cierras los ojos y como en sueño mueres. A veces así, eso<br />
recuerdo yo. Pues yo soy un hombre nuevo ya. Esas cosas que me han hecho... la capilla<br />
parecía que estaba abierta, un bulto negro estaba entrando adentro y yo he rezado<br />
cincuenta padrenuestros y un credo para morir ya. Yo he rezado desde la una hasta las<br />
seis de la tarde. He rezado cincuenta padrenuestros.<br />
-¿Hasta la tarde? -pregunté.<br />
-Sí, hasta la tarde. Ya me están haciendo juicio popular. Ya me están haciendo, ¿qué<br />
iba hacer pues? -miraba hacia el cuarto oscuro-. "Al ver la iglesia abierta, los terrucos<br />
pensaban que los militares estaban adentro. Querían correr, creo. Pasó la voz, creo. No sé<br />
cómo un hombre les pasó la voz y ahí me han dejado, mirando, mirando la iglesia,<br />
miraban.<br />
-Y usted, ¿ qué había visto en ese momento? -Vi un bulto negro.<br />
-¿Pero no era una persona?<br />
-Como persona he visto que estaba entrando pues. Al ver eso, yo he visto, agarré<br />
valor. Yo estaba moribundo pues. La puerta se había abierto pues. Yo no he visto<br />
también. Cuando me doy vuelta y miro, el bulto negro ya no estaba. Estaba cerrado.<br />
-Y el resto, ya se habían ido. ¿Los senderos ya se habían ido?<br />
-Asintió con la cabeza.<br />
-Se asustaron y comenzaron a temblar. Es que querían matarme y con eso terminaron.<br />
Me querían crucificar. Como yo tengo aquí el señor -señaló su crucifijo-, por eso no han<br />
podido. Es que es bendecido pues y no han podido matar me. Luego a mi casa fui y en mi<br />
casa mis hijos estaban. Chiquillos. Estaban en la cocina. Le dicen a mi hijo que ahora es<br />
ingeniero: "A tu papá sano les estoy entregando". De allí me dio órdenes para cuidar la<br />
bandera, si no me mataban.<br />
-¿Y qué pasó después?<br />
-El pueblo, toditos asustados. Se han mandado mudar a la puna.<br />
El pueblo estaba silencio, ya andaba como loco, arriba, abajo. No había con quién<br />
conversar. Todito silencio el pueblo. Ibas a las casas, nadie. Los perritos aullando. Toda la<br />
gente se han ido pues. Como me hicieron