29.03.2023 Views

355449804

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

200/246

predominantemente gobernada por sus deseos sentirá una profunda

frustración después de la muerte.

Nuestra energía kármica ejerce impacto en nuestros seres queridos

(vivos y fallecidos) y en toda la humanidad, y recibe de ellos la misma

influencia. Esta relación se extiende, incluso, a los animales y las

plantas. Un cambio positivo y profundo en la energía kármica de

nuestra vida puede ser el pivote de un cambio en la vida de los demás;

la transformación interior de un sujeto —su “revolución humana”—

puede, entonces, cambiar el destino de su familia y de la sociedad en

que vive.

Es importante recordar que, mientras estamos con vida, el yo cambia

a cada instante; todo el tiempo estamos generando nuevas causas,

mediante nuestros actos físicos y espirituales. Durante el transcurso

de la vida, se van revelando los efectos de nuestras causas pasadas, lo

cual a su vez dispara nuevos cambios y nos da más oportunidades de

crear nuevas causas kármicas. Pero, aunque formemos nuevas semillas

de naturaleza kármica, la conciencia alaya nunca llega a estar completamente

libre de ilusión. La pureza absoluta sólo se encuentra en la

novena conciencia.

La novena conciencia: Pureza, yo superior, naturaleza

de Buda

En lo profundo de nuestra vida, no sólo quedan registrados nuestros

pensamientos, sino también nuestras palabras y acciones. Nuestro

karma combina tanto el bien como el mal, tanto la iluminación como

la ilusión, fuerzas opuestas trabadas en pugna incesante. Basados en

nuestro profundo amor compasivo y solidario, podemos tomar la determinación

de hacer causas que contrarresten los efectos kármicos

grabados en la conciencia alaya mediante la ilusión. Podemos trabajar

con miras a la transformación interna rompiendo los muros de

nuestro egoísmo y dedicando nuestra vida a beneficiar a los demás. De

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!