El Reino de la Sombra - El Grimorio

El Reino de la Sombra
LANZAR UN CONJURO
Los conjuros requieren que te concentres en la energía que vas a manipular,
en forma de tus propios Puntos de Esencia. También debes ser
capaz de hablar para recitar las expresiones que invocan la energía, poder
gesticular para realizar los complejos gestos que la canalizan y, a veces,
usar algunos objetos o materiales que la acumulan. Si alguno de los requisitos
anteriores no puede cumplirse, el conjuro no se puede lanzar.
Todo esto hace que el lanzamiento de conjuros sea visible a los demás,
y los efectos a menudo también, aunque la magia en sí misma no lo sea.
Si un conjuro tiene varias versiones, debes elegir qué versión utilizar
cuando lo lanzas.
Para lanzar un conjuro normalmente no necesitas ninguna tirada de
dados. Simplemente debes cumplir con los requisitos anteriores y
con el tiempo de lanzamiento indicado en la descripción del conjuro.
Entonces el conjuro se lanza y tu Reserva de Esencia baja tantos
puntos como la magnitud del conjuro.
Si intentas lanzar un conjuro en unas condiciones en las que las características
del conjuro (alcance, área, etc.) no se pueden cumplir,
el intento falla y desperdicias el conjuro, gastando los Puntos de
Esencia correspondientes. Los conjuros también fallan consumiendo
tu Esencia si tu concentración se rompe.
Emplea la puntuación de Aptitud mágica del personaje para cualquier
aspecto referido al nivel de lanzador en la descripción del conjuro,
y el modificador de Inteligencia al calcular la CD para resistir
sus efectos (ver Evitar los efectos de un conjuro, pág. 133).
MAGIA Y ARMADURAS
Las armaduras molestan especialmente a los magos cuando realizan los
movimientos necesarios para lanzar sus conjuros. En la Tabla LdV3: Armaduras
(ver pág. 89) encontrarás la Penalización de Armadura asociada
a cada una. Cuando un mago con armadura lanza un conjuro, tira
un d20 y suma al resultado la Penalización de Armadura. Si el resultado
es 0 o menor el conjuro se pierde y la Esencia se gasta.
Recuerda que si el mago no es competente con un tipo dado de armadura
la penalización se dobla y que el modificador de Fuerza se
resta a la penalización.
Existe otro tipo de magia, llamada magia divina, que realizan los
devotos seguidores de los dioses, como los clérigos y los chamanes.
Este tipo de magia se basa en el favor de los dioses, los cuales suelen
responder a las plegarias de sus eles concediéndoles milagros en
los momentos de necesidad, ya sea curando heridas o dándoles valor
para hacer frente a la adversidad.
La diferencia principal entre la magia arcana y la divina es que,
mientras en la primera es el propio mago quien manipula la
energía mágica para lograr un efecto y su límite es sólo su propia
capacidad de manipular esa energía; en la segunda, el clérigo
o chamán ruega a su dios, por medio de una plegaria, para
que realice un milagro. Es decir, es su dios quien manipula la
RESERVA DE ESENCIA
Todos los magos dependen de la Esencia, la energía mágica, para
poder lanzar conjuros. Cada mago tiene una reserva propia, llamada
Reserva de Esencia, que se mide en puntos con los que paga el coste
necesario del conjuro.
Tu reserva contiene tantos Puntos de Esencia como la suma de tu Bonicación
de Voluntad total más el rango de Aptitud mágica que poseas.
Los Puntos de Esencia se consumen al realizar conjuros, aunque
también pueden ser robados por conjuros o criaturas que se alimentan
de esencia. Cada conjuro tiene un coste en Puntos de Esencia
igual a su magnitud. Una vez pagado el coste en Esencia y
cumplidos todos los requisitos, el conjuro funciona automáticamente.
En el caso de los conjuros de Magnitud 0, puedes lanzar
tantos de manera gratuita en un día como tu modificador de Inteligencia,
después cuestan medio Punto de Esencia cada uno.
Si tu Reserva de Esencia baja a 0, te encontrarás apático, sin ganas
y algo cansado. A efectos de juego, se te considera fatigado hasta
que recuperes al menos un punto de la reserva.
Recuperas todos los Puntos de Esencia después de una noche de
sueño reparador. También es posible que gastes en cualquier momento
un Punto de Acción para recuperar 3 Puntos de Esencia o recurrir
a tu propia energía vital para alimentar los conjuros.
ENERGÍA VITAL POR ESENCIA
Los magos, hechiceros y demás personajes con Aptitud mágica pueden
recurrir a su propia energía vital para convertirla en energía mágica
y así obtener Puntos de Esencia con los que realizar nuevos conjuros.
Cuando no dispongas de sucientes Puntos de Esencia para lanzar
un conjuro, calcula los puntos adicionales que necesitas y lanza 1d4
por cada uno de ellos. La suma total es el daño que recibes y ni la
armadura ni ninguna otra forma de reducción de daño se puede
aplicar en este caso. Si el resultado llega a hacer daño masivo y te
deja Incapacitado o peor, entonces el hechizo falla: la energía mágica
te ha cortocircuitado y se disipa sin conseguir otro efecto que
dañarte gravemente. En cualquier otro caso, sufres igualmente el
daño correspondiente, pero el hechizo funciona.
La Magia Divina
energía mágica y el límite sólo lo marca su divina paciencia para
con su fiel.
La magia divina es, con mucho, más frecuente y antigua que la
magia arcana. Por norma general, todos los pueblos rinden culto a
algún dios y su culto se hunde en lo más profundo de las tradiciones
de cada uno de ellos, modelando su vida y su forma de pensar.
Por eso mismo no carga con las connotaciones asociadas a la magia
arcana, el recuerdo del Rey Dios, y es comúnmente aceptada en
todas partes, aunque puede suceder que su culto no sea bien visto
por otros pueblos. Es probable que la religión de los elfos grises o
los elfos oscuros no esté bien vista por los stumladeses o los elfos de
los bosques, especialmente si la sufren en sus carnes.
bbbbbbbbbbbbb
122