El Reino de la Sombra - El Grimorio

El Reino de la Sombra
Aquí suele haber entre 20 y 30 guerreros, de los cuales la mitad suele
salir a diario a recolectar insectos y otros bichos en las ciénagas.
Al alcanzar esta sala, Hirbari dará la orden de atacar, y los elfos
de la patrulla se lanzan al ataque sin dudarlo, asesinando y
masacrando a los hombres sapo sin piedad. Ante la menor
oposición o duda de los PJs, Hirbari puede acusarlos de no
obedecer las órdenes.
TESORO
Una galería lleva hasta un agujero excavado en el suelo donde los hombres
sapo almacenan sus pertenencias, la mayoría de las cuales no son más que
restos de animales, pedazos de telas brillantes y algunas monedas.
Los PJs pueden investigar el agujero. Allí, entre montañas de
desperdicios y restos variados, pueden encontrar dinero u otros
objetos de valor. Cada PJ que examine los restos debe realizar
una prueba de Buscar (CD 10) y, por cada punto en que supere
la dificultad, encontrará 5 reales de plata en monedas variadas
(con un máximo de 150 reales de plata entre todos). Si alguno
supera la prueba por más de 5 puntos, puede encontrar alguna
pieza de equipo de las patrullas de elfos (una espada larga, una
capa algo rota, un rollo de cuerda, etc.) o de algún incursor orco
(una cimitarra oxidada, una ballesta en mal estado, piezas de armadura,
etc.).
Acontecimientos
en Shalanest
Una serie de hechos relevantes tienen lugar en el bosque de Shalanest
durante la época que se describe en este libro. Estos acontecimientos
pueden servir de telón de fondo de las aventuras de los PJs,
o formar parte importante de las mismas.
EL ATAQUE DE LOS DRAGONES
En el invierno del regreso de la sombra, poco después de la caída de
la ciudad de Teshaner, uno de los ejércitos de orkos y dragones se
dirige al sur para atacar por sorpresa el bosque de Shalanest Oriental.
Se trata de una fuerza de tres mil orkos y cinco dragones negros,
que irrumpe en el bosque por la frontera norte y emprende una carrera
de destrucción hacia la capital de Litdanast.
Al mando de este destacamento se encuentra Seela, una sacerdotisa
humana lugarteniente del Rey Dios, que dirige las tropas
con mano de hierro, confiando en que gracias a la sorpresa y a
su superioridad numérica aplastarán las defensas del enemigo.
La mujer, a lomos de un dragón negro, apenas intervendrá en
la lucha salvo para abrasar a aquellos que logren resistir a sus
tropas.
En los días anteriores al ataque, llegan al bosque rumores de una
guerra en el norte. Se habla de un ejército de orkos, de que la
ciudad de Teshaner ardió en llamas, pero sin que haya informaciones
confirmadas al respecto. Poco después, los orkos entran
en el bosque en hordas de 50 a 100 guerreros, masacrando a
todos aquellos que encuentran en su camino hacia la capital, y
apoyados por los dragones negros. El invasor arrasa hacia la capital
de Litdanast, donde los elfos hacen frente en una batalla
desesperada, en la que el propio rey Gerahel acaba luchando con-
tra un dragón a las puertas de su palacio. Cuando todo parece
perdido, el príncipe Gornahel aparece al frente de un millar de
elfos, llegados desde la frontera sur, y eliminan a los invasores y
obligan a huir a Seela y sus dragones.
AVENTURA 21:
EL BOSQUE EN LLAMAS
Resumen: La patrulla de los PJs persigue a unos orkos por el bosque,
pero son emboscados por un gran ejército enemigo, por lo
que deben huir para alertar a la capital.
Notas: Esta aventura sucede durante la invasión orka, tal y como se
describe en El ataque de los dragones (ver más arriba). El librojuego
Leyenda Élca: El bosque en llamas trata sobre estos mismos
hechos desde la perspectiva del príncipe Araanel.
Reto:
EMBOSCADA ORKA
Todo empieza cuando la patrulla de los PJs encuentra un rastro de
botas de hierro en un sendero. Al seguirlo, llegan a un claro del bosque,
donde una veintena de orkos ha hecho un alto para comer
unas provisiones. El hecho de que un grupo de orkos se adentre en
el bosque no es extraño. Sin embargo, cuando los elfos se lanzan al
ataque, se encuentran con que a los pocos minutos una horda
mucho mayor aparece en el claro por el norte. Se trata de dos centenares
de orkos, que buscan acorralar a los defensores y aniquilarlos,
de manera que ninguno de ellos pueda huir y alertar del ataque.
Las estadísticas de los orkos están disponibles en el Capítulo 7. Bestiario
de Valsorth (ver pág. 345).
La emboscada empieza con una lluvia de virotes que cae sobre los
luchadores, tanto elfos como orkos, para después aparecer guerreros
orkos por todas partes, que se lanzan al combate entre gritos de
júbilo homicida. El combate se convierte en una matanza, donde los
elfos son masacrados sin piedad.
La solución más razonable es que los miembros de la patrulla se abran
paso para escapar del claro, con un enjambre de orkos a sus espaldas.
Si por alguna razón los PJs logran derrotar a la horda atacante, cualquier
orko malherido les contará que sólo son la avanzadilla de su
ejército, y que pronto sus hermanos arrasarán el bosque y lo encenderán
en llamas.
HUIDA POR EL BOSQUE
Al descubrir el ataque orko, la prioridad de los PJs debe ser alertar en
Litdanast del peligro para que así puedan preparar las defensas (su propio
capitán les puede gritar esta orden antes de ser abatido). Apenas
emprendan el camino hacia la capital, el enemigo aparecerá a su espalda,
disparando virotes y tratando de detenerlos. En su carrera desesperada,
los PJs deben elegir el mejor camino hasta la capital, pues un
fallo en la orientación puede signicar quedar acorralados (pruebas de
Supervivencia contra CD 15 para seguir el camino) además de mantener
el ritmo de marcha para evitar que los orkos les alcancen (aplica
las reglas de Ritmo de movimiento, ver pág. 40).
Dependiendo del camino elegido, la patrulla se puede encontrar en
diferentes situaciones:
v La cascada: Un fallo en una prueba de Supervivencia puede hacer
que no escojan el mejor camino para huir, siguiendo el curso del
río Tirem hasta un corte vertical, por el que el río cae en una cas-
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