El Reino de la Sombra - El Grimorio

El Reino de la Sombra
EL FALSO HIJO
El pasadizo les lleva hasta la caverna. Si los PJs llegan sin ser descubiertos,
observan una gruta circular, con un foso en el centro alrededor del
cual hay cuatro yetis, dos echados en el suelo, otro que mordisquea un
trozo de carne, mientras el último camina de un lado a otro. Este es
Hummia, en su actual forma de yeti. Si los PJs llegan sin ser descubiertos,
pueden atacar por sorpresa, aunque Hummia aprovechará la confusión
del combate para adoptar la forma de Bieron, ya sea saltando al
pozo y apareciendo después como el chico herido, o refugiándose en las
sombras del fondo y cambiando de forma.
En el foso, entre excrementos y otros restos, se amontonan los cadáveres
de todo tipo de criaturas, desde humanos a orkos pasando
por el cráneo de un gigante azul.
Si los yetis han sido alertados, Hummia les ordena atacar a los PJs
en cuanto se acerquen a la caverna, mientras que él se esconde en
un rincón y adopta la forma de Bieron, malherido.
Una vez eliminados los yetis, si la treta de Hummia ha funcionado,
aparecerá como el hijo del alcalde, malherido pero vivo. Los PJs
comprueban que a pesar de una herida en la frente el joven se encuentra
bien, aunque asustado por el recuerdo de las torturas a
manos de los yetis. Si logran tranquilizarlo, les explica su historia
(falsa), de cómo les atacaron los yetis, mataron a sus compañeros y
a él le torturaron durante días.
Si los PJs investigan la caverna, encuentran poco de interés entre las pertenencias
de los yetis. Una prueba de Atención (CD 20) les puede indicar
que sólo hay tres cadáveres de yetis y que falta uno (vieron cuatro
al entrar en la sala). También, si se meten en la fosa de los cadáveres e investigan,
además de monedas y algún objeto de valor, puede que encuentren
(prueba de Buscar contra CD 20) el esqueleto desollado de
un humano joven, con el brazo izquierdo mucho más corto que el derecho.
Se trata de los restos del verdadero Bieron, que fueron arrojados
al foso después de que los yetis lo devoraran.
EL VIAJE DE VUELTA
Si los PJs no sospechan nada raro, emprenderán el viaje de vuelta hacia
Candereen. Durante las horas de caminata, el falso Bieron evitará cualquier
conversación sobre su persona, el pueblo o su familia, ya que no
tiene mucha información sobre la vida de Bieron, tan sólo que es el
hijo del alcalde y los nombres de sus padres. Los PJs pueden encontrar
contradicciones si le preguntan, ya que sus descripciones de sus padres
no serán correctas o no conocerá otros detalles.
Si logran desenmascararlo, Hummia atacará por sorpresa al PJ más
cercano, adoptando su forma real. Sin las artes del engaño, no debe
ser rival para los PJs. Si lo derrotan e interrogan, el cambiante explica
su historia y suplica clemencia.
Si no descubren el engaño, el falso Bieron aprovechará la noche en
que monten campamento para atacar. Primero intentará silenciar al
PJ que monte guardia, para luego asesinar de uno en uno al resto
de PJs. Si falla, luchará contra los PJs, pero se rendirá cuando vea
que no puede vencer.
Si regresan a Candereen con el cambiante vivo, el alcalde y los aldeanos
lo ejecutarán sin ninguna clemencia. Si sólo lo traen muerto, el alcalde
y su mujer se lamentarán del destino de su hijo, pero pagarán el
dinero prometido a los PJs, además de agradecerles haber descubierto
la verdad, por lo que ahora son bienvenidos en la población.
Karahakum
En lo más profundo de un valle perdido al norte de las montañas Durestes
se encuentran las ruinas de lo que debió ser en su día una edicación
impresionante. En su centro se alza una desmoronada torre de la que apenas
queda un cúmulo de bloques de roca gris, rodeados de escombros ennegrecidos
por el fuego y el paso del tiempo. Dos enormes pilares anquean
el arco de entrada, al que lleva un paseo de estatuas, la mayoría de las
cuales yacen caídas entre la nieve. El lugar parece no ser más que el vestigio
de una raza que habitó esta región y que fue hace tiempo olvidada.
Karahakum es una ciudad perdida de la que apenas se conoce su
existencia. Oculta como está en una de las zonas más inaccesibles de
las montañas, pocos son los que han encontrado sus ruinas, ya que
ni los bárbaros se internan tan al norte.
La ciudad es ahora un lugar siniestro, habitado por un clan orko que
se ha establecido en los Salones superiores (punto 14, ver pág. 285),
mientras que una gran oscuridad reina en las zonas más profundas.
Esto es debido al Pozo de la Perdición (punto 19 ver pág. 286), una
puerta extraplanar que fue creada por los habitantes de Karahakum
y que comunica con los inernos. Por aquí surgieron los demonios
que fueron la perdición de la ciudad. Los habitantes, en un esfuerzo
desesperado, lograron cerrar la puerta con una protección mágica.
A pesar de los siglos transcurridos, esta área es un lugar maldito,
donde ni los orkos osan acercarse.
Para localizar el punto exacto donde están las ruinas, además de
mediante la investigación, pueden seguir a algún grupo de orkos de
vuelta de una de sus incursiones o ser guiados por alguien que conozca
de la existencia de la ciudad (como los alghinad, descritos en
el Nido de las águilas, ver pág. 289). Si no, sólo el azar puede llevar
los pasos de los PJs hasta este lugar.
INFORMACIÓN DE KARAHAKUM
Si los PJs buscan información o investigan (preguntando a sabios o
en las bibliotecas de las ciudades) acerca de la ciudad de Karaha-
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HUMMIA
Cambiante con la forma de Bieron, el hijo del alcalde
Descripción en la forma de Bieron: Es un muchacho de apenas
dieciocho años, con el cabello rizado y rubio como el de su
madre y un rostro lampiño adornado por unos brillantes ojos
azules.
Descripción en su forma original: Es un cambiante, delgado y
de frágil constitución, tiene la piel azulada y húmeda, el rostro
alargado sin rasgos y grandes ojos negros.
Historia: Después de dejar la oscuridad de las cavernas en las
montañas Kehalas, sus pasos lo llevaron a Terasdur, donde
encontró refugio entre los yetis, adoptando la forma de su
líder y pasando a gobernarlos desde hace menos de un mes.
Personalidad: Traicionero y malvado, sólo le importa su propia
supervivencia, por lo que no duda en adoptar otras formas,
engañar o mentir con tal de sobrevivir.
Las estadísticas de un cambiante están incluidas en el Capítulo 7.
Bestiario de Valsorth (ver pág. 338).
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