El Reino de la Sombra - El Grimorio

El Reino de la Sombra
serpiente atacarán a cualquiera que se acerque al hombre salvaje,
usando echas envenenadas para coger vivas a sus víctimas.
Las echas de los yahis llevan un veneno adormecedor (prueba de
salvación de Fortaleza contra CD 20 para no caer dormido, se realiza
una nueva salvación de Fortaleza cada 10 minutos, con un +1
a la tirada por cada intento previo). Si los yahis dejan inconsciente
a un personaje, amenazan a los demás con matarlo si no se rinden.
El objetivo de esta emboscada es capturar vivos a cuantos personajes
puedan, ya que este grupo ha sido enviado por Anasken para conseguir
nuevos sacricios con que alimentar al demonio serpiente.
CAPTURADOS
Si los PJs caen en las garras de los yahis, éstos los atan y dejan inconscientes
para llevarlos al templo de Khan, donde los encierran
en una de las celdas (ver punto 3). Al despertar, se encuentran encerrados,
junto a una celda con los prisioneros humanos, y otra en
la que un troll permanece adormecido.
Los PJs pueden buscar una forma de escapar, aunque en apenas dos
horas llegarán diez yahis para llevarlos a la cúpula de la torre, junto
a otros cuatro prisioneros. En lo alto, se encuentran con Anasken y
los otros chamanes de los yahis, que realizan cánticos mientras los
hombres serpientes atan a los prisioneros a las columnas que rodean
el altar de piedra.
EL SACRIFICIO
Si el ritual tiene lugar, éste sucede tal y como se explica en el punto 5,
sacricando a un hombre salvaje, cuya sangre se derrama por el pozo
para alimentar al Dios Odio. Ante el éxtasis de los yahis, su líder
adopta una forma monstruosa y se vuelve hacia los PJs. Éstos más vale
que hayan encontrado una manera de liberarse (tal y como se describe
en el mismo punto 5), pues el hechicero no tendrá piedad.
Si el ritual es interrumpido el avatar de Suuuz surge del pozo, alimentándose
de cualquiera que se ponga en su camino hasta saciar
su sed y regresar al abismo.
HUYENDO DE LA TORRE
Si los PJs logran escapar, ya sea de la celda o después del sacricio, en los
pasajes se encuentran con algún yahi de guardia. Si su huida no ha sido
detectada, los PJs deben actuar con sigilo para no alertar a más guardias.
Si logran escapar de la torre, una vez fuera no tendrán problemas
para huir río abajo y alejarse del templo de los hombres serpiente.
Cementerio de Dragones
Lugar mágico y no más que una leyenda para muchos pueblos, en lo más
profundo de la selva se abre un valle secreto y perdido, conocido como el
Cementerio de Dragones. Este valle es el lugar donde los dracos, los gigantescos
reptiles que reinaron en esta región en el pasado, se retiraban a morir,
quedando sus restos semienterrados entre la hierba durante siglos.
A pesar de que los dracos están prácticamente extintos, el valle sigue
sumido en un ambiente de muerte y desolación, sin que el resto de
fauna de la selva se acerque siquiera a sus márgenes. Siendo un lugar
tan señalado, los antiguos habitantes de las selvas edicaron un altar
en la parte norte del valle, al igual que diversas cuevas en los laterales
de las montañas, estructuras que quedaron abandonadas con
la desaparición de su civilización.
Actualmente sólo unos pocos dracos sobreviven en el valle, apenas
un vestigio de los que reinaron en las selvas antaño. Los más comunes
son los deinonicus, reptiles ágiles y veloces que merodean
en pequeños grupos, pero el más terrible de todos es un gigantesco
dragón de la antigüedad, último de su especie, que aún gobierna
este paraje. El olvido así como la presencia de estos dragones ha
mantenido alejados a los aventureros y hombres salvajes, que consideran
este lugar no más que un mito.
INFORMACIÓN SOBRE EL
CEMENTERIO DE DRAGONES
Aquellos que indaguen sobre este lugar, del que pueden haber oído hablar
en historias o leyendas, pueden obtener información de varios
modos, por ejemplo mediante pruebas de Saber (Historia) al investigar
en bibliotecas o en viejos escritos de los yahis, o preguntando a los hombres
salvajes de Uskan (con pruebas de Recabar información). Según el
resultado de las pruebas podrán obtener la siguiente información:
CD 15: Viejos escritos o rumores hablan de la existencia de un lugar
oculto en las selvas de Uskan, un valle perdido donde los dragones
de la antigüedad se retiraban a morir.
CD 20: Este valle ha permanecido inexplorado durante siglos. Una
antigua civilización rendía culto a los dracos, por lo que el templo
que erigieron en su honor en este valle permanece oculto,
con sus tesoros intactos.
CD 25: Según la crónica de un clérigo que exploró las selvas, el Cementerio
de Dragones se encuentra en el mismo centro de Uskan.
Para llegar a él hay que seguir un auente del río Urula, hasta llegar
al Salto de la Piedra, una catarata a cuyo margen parte un
sendero que es el único camino al valle.
EL SENDERO HACIA EL VALLE PERDIDO
El camino que lleva al Cementerio de Dragones es apenas un sendero
olvidado y conquistado por la vegetación y las malas hierbas,
que nace a un lado de una catarata, escondido entre la maleza (se
requiere una prueba de Atención contra CD 20 para encontrarlo).
El camino es abrupto, con numerosos tramos en los que las zarzas
y lianas casi impiden el paso, hasta que nalmente desciende una cañada
que lleva al interior del valle. Los personajes que recorran el camino
secreto, se encontrarán con la siguiente visión:
A través de un tortuoso sendero que se abre paso entre la vegetación se
llega a un gran valle en el centro de la selva, anqueado por inexpugnables
paredes de roca cubiertas de frondosidad. La vegetación en el
claro está muerta, no más que troncos resecos de formas retorcidas y fantasmales.
Entre los árboles muertos, semienterrados en el fango, emergen
los restos de enormes osamentas de animales, seres que debieron ser
gigantescos en vida. Cráneos, costillares y huesos desperdigados por doquier
siembran el terreno, mientras un silencio sepulcral reina en el
lugar, tan sólo quebrado por una sibilante brisa que sopla entre los
acantilados.
EL CEMENTERIO
1. DEINONICUS AL ACECHO
Nada más entrar en el valle, cuatro criaturas surgen entre la maleza y
se lanzan sobre vosotros emitiendo agudos chillidos.
El olor de carne fresca ha atraído a cuatro deinonicus que vagaban
por las inmediaciones del valle. Estos reptiles aparecen por sorpresa
de entre la maleza y tratan de sorprender a los PJs (prueba enfren-
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