El Reino de la Sombra - El Grimorio

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Aventuras en Valsorth
r SORSAK55
PUNTOS
Bárbara, Exploradora
Descripción: Es alta y esbelta, vestida con ropas de cuero negro
o una armadura de pieles. Su bello rostro se ve iluminado
por el intenso brillo de sus azules ojos y su cabello azabache
cae por su espalda en una larga melena.
Historia: Perteneciente al clan bárbaro de Elko, un día su pueblo
fue exterminado por un ataque orko. Sorsak fue la única superviviente,
ya que se encontraba cazando en solitario. Desde ese
momento, el odio y la venganza es lo que guía sus pasos.
Personalidad: Criada en la dureza de las montañas, es una
mujer fuerte y decidida, que lo ha perdido todo y por lo cual
no teme ni al peligro ni a la muerte.
Características: Fuerza 14 (+2), Destreza 16 (+3), Constitución 15
(+2), Inteligencia 10 (+0), Sabiduría 12 (+1), Carisma 9 (–1).
Rasgos raciales: Duro de pelar, Énfasis en habilidad (+2 a Atletismo
y +2 a Supervivencia), Énfasis en habilidad (+4 a Intimidar),
Entorno predilecto (Colinas), Furia 1, Oponente
predilecto (Orkos), Permanecer consciente.
Habilidades: Acrobacias +8, Artesanía (Trampería) +3, Atención
+6, Atletismo +9, Buscar +3, Intimidar +3, Medicina
+3, Saber (Geografía) +5, Saber (Naturaleza) +3, Sigilo +6,
Supervivencia +9.
Dotes: Aguante, Ataque de torbellino, Competencia con armaduras
(Ligeras y Medias), Competencia con armas (Marciales
y Sencillas), Dureza, Especialidad en ataque (Espadón),
Furia 2, Maestría con armadura (Pieles), Rastrear.
Bonicaciones: Ataque +5, Fortaleza +6, Reejos +6, Voluntad +2.
Combate: Iniciativa +6, Velocidad 6 m (con armadura), Defensa
16 (Desprevenido 13), Armadura (RD 3), Ataque desarmado
+5 (1d3+2), Arco largo +5 (1d8, 20/x3), Espadón +7 (2d6+3,
19–20), Puñal +5 (1d4+2, 20/x3), Derribar +5, Presa +4.
Salud: Puntos de Resistencia 38, Umbral de herida grave 13.
Equipo: Antorchas (2), arco largo (20 echas), armadura de
pieles, cuerda de cáñamo, espadón, odre, pedernal y acero,
puñal, raciones de viaje (3), ropa de abrigo.
Táctica: Al entrar en Furia sus estadísticas cambian de este modo:
Fuerza 22 (+6), Fortaleza +10, Voluntad +6, Defensa 14. El
daño del espadón pasa a ser 2d6+9 y los Puntos de Resistencia
46. En este estado se lanza en medio de los enemigos y golpea
ciegamente a todo lo que la rodea (Ataque de torbellino).
ÉXITO
Si eliminan a los orkos y regresan a la supercie junto a Sorsak:
Os alejáis de las ruinas de la ciudad subterránea descendiendo por el nevado
valle y no paráis a descansar hasta refugiaros bajo un bosque de abetos.
– Hemos matado al capitán orko –dice Sorsak, dejándose caer de rodillas
sobre la nieve–. Quizás mi pueblo pueda descansar en paz ahora.
Es entonces cuando la mujer decide despedirse de vosotros y seguir su camino:
– Muchas gracias por vuestra ayuda –os dice con una triste sonrisa–.
Quizás pueda devolveros el favor en el futuro. Ahora nada me retiene
aquí, por lo que dejaré estas tierras e iré hacia el oeste, hacia las grandes
ciudades. Quizás allí logre superar mi pena –y con esto la mujer
bárbara se da la vuelta y emprende la marcha por las nevadas montañas.
La observáis alejándose, caminando orgullosa con su cabello negro
ondeando al viento y su espada colgada a la espalda.
Si los PJs le piden que se una a ellos, una prueba de Diplomacia (CD
17, 12 si el que habla es un bárbaro) logra que la mujer acepte.
Nido De Las Aguilas ´
En las cimas más altas de las montañas Durestes, la cadena rocosa que se
extiende como una cicatriz en medio de las colinas de Terasdur, se encuentra
un lugar mágico y secreto, el Nido de los Alghinad, las grandes
águilas. Aisladas del resto de razas, las águilas gigantes son un pueblo que
ha vivido ajeno a la historia de Valsorth durante más de dos siglos.
Inteligentes y sabios, los alghinad pocas veces invitan a otras razas
a visitar su Nido, ya que con el paso del tiempo se han vuelto desconados
y nada quieren saber de las guerras entre hombres y elfos.
Los alghinad viven y cazan en los alrededores del Nido, abandonando
las montañas en contadas ocasiones. Su líder es el Gran
Vigía, águila que gobierna y toma todas las decisiones, además de
comandar a sus congéneres si se ven forzados a luchar. Por lo demás,
esta raza misteriosa y desconocida por la mayoría de los pueblos, se
mantiene al margen de los acontecimientos de Valsorth, al menos
mientras los problemas y conictos no les afecten directamente.
Conocer la existencia del Nido y de los alghinad requiere de una
buena fuente de información, como puede ser la biblioteca de Teshaner,
el consejo de sabios de la Corte Blanca de Litdanast o consultar
a eruditos en historia. Un personaje que supere un Saber
(Historia) (CD 20) puede conocer la existencia de los alghinad,
aunque sea como una simple leyenda.
Descubrir la ubicación del Nido requiere de una investigación más
exhaustiva, ya que pocos mapas se conservan con su localización.
Aun así, es posible encontrar viejos pergaminos de raros símbolos
que señalan la montaña donde habitan las águilas. Además, si los
PJs ayudan a alguna de las grandes águilas, ésta puede aceptar llevarles
a su hogar.
EL CAMINO HASTA EL NIDO
Llegar hasta el hogar de los alghinad no es fácil. Los senderos que serpentean
entre las montañas son poco transitados debido a su dureza
y hay muchas posibilidades de acabar enterrado bajo un alud. Llegar
hasta la falda de las grandes montañas debe llevar a los PJs entre dos
y tres días de fatigoso viaje, abriéndose camino entre riscos, desladeros
y simas, además de hacer frente a seres que sólo habitan en lugares
desolados (como yetis, lobos o espíritus errantes).
Cuando logren alcanzar la zona más inaccesible de las montañas, los
PJs podrán ver por primera vez el Nido de los Alghinad, que se encuentra
a más de 500 metros por encima de sus cabezas.
A pesar de las dicultades, os abrís paso por el inhóspito paraje, siguiendo
un desladero y continuando por un paso entre dos montañas
donde la nieve tiene más de un metro de grosor. Entonces descubrís una
edicación en lo más alto de la montaña, justo en el punto donde se
unen dos de sus riscos más alados. Desde la distancia, podéis ver una
masa de piedra cubierta de nieve, integrada en la montaña de tal manera
que parece que haya sido excavada en la propia roca.
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