El Reino de la Sombra - El Grimorio

El Reino de la Sombra
tada entre la Atención de los PJs y el Sigilo de los deinonicus). Las
estadísticas de los deinonicus están disponibles en el Capítulo 7.
Bestiario de Valsorth (ver pág. 338).
2. CUEVAS
Encontráis unas pequeñas cuevas que se abren en el suelo y se introducen
en la tierra. Desconocéis el propósito que pudieron desempeñar, ya
que no queda ninguna evidencia en ellas.
Estas cuevas naturales son pequeños agujeros de apenas un metro
de diámetro y tres de profundidad, sin que haya nada de interés en
su interior salvo algunos hongos en el fondo que, mediante una
prueba de Saber (Naturaleza) (CD 22) se pueden identicar como
altamente indigestos. Sin embargo, pueden servir para ocultarse o
protegerse del enorme draco, que es demasiado grande como para
introducir siquiera su morro en el interior.
3. ALTAR
En la parte norte del valle se erige un antiguo edicio de piedra, apenas
una cúpula circular rodeada de columnas, en cuyo centro se alza un
altar cubierto de malezas y enredaderas.
Si alguien se molesta en quitar los matojos que cubren la piedra,
encontrará una inscripción en el lateral del altar, escrito en una lengua
antigua y apenas conocida. Una prueba de Saber (Historia)
(CD 15) da el siguiente resultado:
“Sangre para la sangre, la muerte de unos es la fuerza para la vida de otros”.
También, una prueba de Buscar (CD 10) en el altar permite encontrar
junto al tronco de un árbol reseco un enorme nido formado
con ramas y hierbas muertas. En su interior hay un gran huevo
blanco moteado de verde. Una prueba de Saber (Naturaleza) (CD
15) lo identica correctamente como un huevo de draco.
Este es el huevo que buscan los PJs. Al encontrarlo, aparece
entre la maleza el draco, que enfurecido, se lanzará sobre ellos
para proteger a sus huevos.
Mientras los PJs están investigando este altar hace su aparición el
draco que reina en este valle, que surge entre la frondosidad de la
parte sur.
De pronto un rugido resuena en el valle. Al instante, el suelo tiembla
ante unas pisadas descomunales que se acercan. Entonces aparece
entre la maleza un gigantesco reptil que avanza a grandes pasos entre
los restos de sus congéneres muertos hace eras. Al veros, el draco ruge
con rabia y se abalanza hacia vosotros impulsado por sus poderosas
patas traseras.
El draco perseguirá a los PJs para devorarlos, por lo que los héroes
deberían huir hacia una de las cuevas para evitar su furia (el
draco es más veloz, así que tendrán que encontrar alguna manera
de distraerlo o ralentizarlo). Una vez a salvo en una cueva, los
PJs deberán buscar una forma de escapar o derrotar al draco, ya
sea usando los hongos indigestos, que el draco comerá y le sentarán
mal, o huyendo a la desesperada por el valle hacia la única
salida (quizás uno de los PJs puede actuar de señuelo, ya que las
ilusiones u otras argucias no engañarán a los finos sentidos del
draco).
Si los PJs son demasiado poderosos, el DJ puede aumentar las puntuaciones
del draco o introducir un segundo ejemplar, de manera
que los PJs se lo piensen dos veces antes de enfrentarse directamente
a la bestia. Una vez derrotado, el enorme dinosaurio caerá con un
rugido terrible, haciendo temblar todo el valle y quedando mortalmente
quieto en el suelo.
Las estadísticas del draco están disponibles en el Capítulo 7. Bestiario
de Valsorth (ver pág. 340).
4. TEMPLO EN LA CUEVA
En una pared de roca natural, a unos seis metros de altura, encontráis
la entrada a una gruta.
Para alcanzarla los PJs pueden trepar, superando pruebas de Atletismo
(CD 15), o utilizar otros medios, como un conjuro de Levitar.
En apariencia no es más que otra cueva, pero apenas se recorre
un par de metros en la oscuridad, la gruta da paso a un corredor de
paredes y suelo de piedra pulida.
Se trata de un pequeño templo erigido en la antigüedad por los
habitantes de la selva en honor a los dragones, y donde guardaban
las ofrendas y tesoros que utilizaban en los rituales, protegidos
en la cámara interior por varias trampas. En las paredes,
entre la vegetación y enredaderas, se adivinan varios grabados
de formas angulosas que representan a perfiles de dracos, reptiles
y unos huevos a los que parece que los hombres antiguos veneraban.
5. PASILLO DERRUMBADO
Este corredor ha sucumbido al paso del tiempo, cediendo bajo su propio
peso y cayendo en una sima que se pierde en la oscuridad.
La brecha tiene 10 metros de largo, aunque la pared oriental
ofrece varios bordes por los que se puede avanzar agarrado, colgando
sobre el abismo (se necesita una prueba de Atletismo contra
CD 18). Por desgracia, la piedra es más frágil de lo que
aparenta, se necesita una prueba de Saber (Arquitectura e ingeniería)
(CD 20) para descubrirlo, y puede hacer que esta cornisa
se rompa bajo el peso de un PJ (su peso más un d20 no
debe superar los 100 kg). En caso de romperse la piedra, el PJ
puede saltar y agarrarse a otro borde (prueba de Acrobacias o
salvación de Reflejos contra CD 15), o precipitarse en una caída
de 20 metros contra los cascotes del fondo (6d6 de daño, ver
Caídas en la pág. 115).
6. SALA DE LOS GRABADOS
Esta estancia tiene dos pasillos que se abren en la pared sur, y destaca
por poseer dos enormes grabados en las paredes laterales. Se trata de
relieves difuminados por el tiempo, pero que insinúan las formas de
unos hombres de aspecto reptiliano, de cabeza semejante a la de una
cobra, torso humano y cuerpo de serpiente. En el mural de la pared
oriental se ve a una decena de estos seres alrededor de un gran huevo.
En la pared occidental se muestra la imagen de diez hombres serpiente
caídos en el suelo, como muertos, mientras que un dragón se alza en
su centro.
Estos grabados representan uno de los sacricios que realizaban esta
antigua raza, ritos en los que una decena de los suyos eran asesinados
para que su sangre bañara los huevos de dragón, en la creencia
de que de esta manera serían bendecidos por su dios reptil. Además,
es un aviso de la trampa que aguarda en uno de los dos pasillos
que lleva al sur (el oriental es el paso seguro, mientras que el
occidental conduce a una trampa mortal).
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