13.05.2013 Views

Zorba el griego. Nik.. - Mxgo.net

Zorba el griego. Nik.. - Mxgo.net

Zorba el griego. Nik.. - Mxgo.net

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

»En otras ocasiones te lo he dicho, patrón, cada cual tiene su Paraíso. El tuyo, lleno de libros y<br />

damajuanas de tinta. El de otro, repleto de ton<strong>el</strong>es de vino, de ron, de coñac. El de otro más, con<br />

pilas de libras esterlinas. El mío es éste: un cuartito perfumado, con vestidos de muchos colores,<br />

jabones de tocador, una cama amplia y mu<strong>el</strong>le, y, a mi lado, un ejemplar de la especie hembra.<br />

»Pecado confesado, medio perdonado. No asomé las narices afuera en todo <strong>el</strong> día. ¿A dónde<br />

podía ir? ¿Para qué? Imagínate ¡estaba tan bien allí! Ordené que trajeran de la mejor fonda<br />

provisiones de boca, exclusivamente cosas forti¬ficantes: caviar negro, chuletas, pescado, jugo de<br />

limón, cadaif. Repetimos nuestros juegos, volvimos a dormirnos. Nos despertamos al anochecer,<br />

nos vestimos, y de bracero nos marchamos al café-concierto donde debíamos realizar al¬gunas<br />

diligencias.<br />

»Para no incurrir en prolijidad excesiva y no aturdirte con vano palabreo, te diré que <strong>el</strong> programa<br />

sigue desarro¬llándose aún. Pero no te aflijas, pues también me ocupo de lo nuestro. De cuando<br />

en cuando echo un vistazo en las tiendas. Compraré <strong>el</strong> cable y todo lo que sea menester, quédate<br />

tranquilo. Día antes o día o semana después, así fuere un mes ¿qué más da? La precipitación a<br />

menudo resulta nociva. No nos precipitemos, pues. V<strong>el</strong>ando por tus intereses, espero a que los<br />

oídos se me destapen, a que <strong>el</strong> ánimo se asiente, de modo que no puedan engañarme los<br />

mercaderes; porque <strong>el</strong> cable ha de ser de primera, o estamos perdidos. Así, pues, ten un poco de<br />

paciencia, patrón, y confía en mí.<br />

»Sobre todo, que no te preocupe mi salud. Las aventuras me sientan bien. En pocos días me he<br />

convertido en un jo¬venzu<strong>el</strong>o de veinte años. He ganado tantas fuerzas, te lo aseguro, que me han<br />

de nacer nuevos dientes. Tenía un tanto doloridos los riñones; pues ahora, soy un roble. Cada<br />

mañana, al mirarme al espejo, me sorprende <strong>el</strong> hecho de que los cab<strong>el</strong>los todavía no se me hayan<br />

vu<strong>el</strong>to negros como <strong>el</strong> betún.<br />

»Pero, dirás tú ¿a cuento de qué te escribo todo esto? Es que debes saber que para mí eres como<br />

un confesor y no me avergüenza declararte todos mis pecados. ¿Sabes por qué? Porque entiendo<br />

que proceda yo bien o proceda mal, tanto te da. Tú también llevas una esponja húmeda, como<br />

Dios, y ¡plaf! ¡plaf! borras lo bueno y lo malo igualmente. Eso me anima a confesárt<strong>el</strong>o todo sin<br />

ningún disimulo. Por lo tanto, escúchame:<br />

»Me hallo extremadamente desasosegado y a punto de per¬der la cabeza. Te ruego que en cuanto<br />

recibas la presente, cojas la pluma y me escribas. Hasta que no me llegue tu carta, estaré sobre<br />

brasas. Pienso que hace ya muchos años he dejado de estar inscripto en los registros de Dios, así<br />

como en los d<strong>el</strong> diablo, por otra parte. Sólo en tu registro estoy inscripto, razón por la cual no<br />

tengo a quien dirigirme sino a tu señoría; presta atención, pues, a lo que he de decirte. Y es lo<br />

siguiente:<br />

»Ayer hubo una fiesta en una aldea, cerca de Candía; así me lleve <strong>el</strong> diablo si sé qué santo se<br />

c<strong>el</strong>ebraba. Lola –hom¬bre, olvidé presentárt<strong>el</strong>a: se llama Lola– me dijo:<br />

E-Book Descargado de http://www.mxgo.<strong>net</strong> Página 122

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!