13.05.2013 Views

Zorba el griego. Nik.. - Mxgo.net

Zorba el griego. Nik.. - Mxgo.net

Zorba el griego. Nik.. - Mxgo.net

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

–Habla, habla, habla aún...<br />

–Recibió t<strong>el</strong>egramas de Atenas. Los vestidos de bodas están terminados, las coronas prontas,<br />

vienen ya por mar... junto con los cirios blancos de cintas rosadas...<br />

–Sigue, sigue...<br />

El sueño la venció; la respiración tomó diferente ritmo; poco después d<strong>el</strong>iraba. La habitación olía a<br />

agua de colonia, a amoníaco y a sudor. Por la ventana abierta llegaba <strong>el</strong> acre olor de la gallinaza y<br />

de las cagarrutas de conejo esparcidas por <strong>el</strong> patio.<br />

Me deslicé fuera de la pieza. En la puerta di con Mimito que ese día llevaba puestas las botas y<br />

bragas nuevas; de la oreja le colgaba una ramita de albahaca.<br />

–Mimito –le dije–, corre hasta <strong>el</strong> pueblo de Kalo y tráete al médico.<br />

Mimito ya se había quitado las botas para no gastarlas con la marcha, y las tenía bajo <strong>el</strong> brazo.<br />

–Busca al médico, salúdalo en mi nombre, dile que monte su mula sin tardanza y que venga<br />

cuanto antes. La señora, se lo dirás, está muy enferma. Tomó frío, la pobrecilla; tiene fiebre alta,<br />

se muere. Dile todo eso. ¡Corre!<br />

–¡Hop! ¡Hop! Voy.<br />

Se escupió en las manos, las frotó alegremente una con otra, pero no se movió. Me miraba con<br />

gesto contento.<br />

–¡Anda, te digo!<br />

No se movía. Me guiñó un ojo y con satánica sonrisa me dijo:<br />

–Patrón, llevé a tu casa una bot<strong>el</strong>la de agua de azahares, como regalo.<br />

Se interrumpió, esperando que le preguntase quién me la enviaba. Pero yo callé.<br />

–¿No me preguntas quién te la envía? Dice que es para los cab<strong>el</strong>los, para que los tengas<br />

perfumados.<br />

–¡Hala! ¡Vete pronto! ¡Y cállate!<br />

Rió, escupió de nuevo en las manos:<br />

–¡Hop! ¡Hop! –exclamó–. ¡Cristo ha resucitado!...<br />

Y desapareció.<br />

E-Book Descargado de http://www.mxgo.<strong>net</strong> Página 196

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!