13.05.2013 Views

Zorba el griego. Nik.. - Mxgo.net

Zorba el griego. Nik.. - Mxgo.net

Zorba el griego. Nik.. - Mxgo.net

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

»–¡Entonces levantó <strong>el</strong> báculo, <strong>el</strong> anticristo, y mirad!<br />

Alzó <strong>el</strong> gorro, dejando a la vista una mancha de sangre coagulada en los cab<strong>el</strong>los.<br />

–Por eso sacudí <strong>el</strong> polvo de mis sandalias y me marché.<br />

–Vuélvete con nosotros al monasterio –dijo <strong>Zorba</strong>–, y yo he de reconciliarte con <strong>el</strong> higúmeno. Ven,<br />

nos acompaña¬rás y nos mostrarás <strong>el</strong> camino. El Ci<strong>el</strong>o te ha enviado a nuestro encuentro.<br />

El monje meditó un instante. Le brilló la mirada.<br />

–¿Qué me daréis?<br />

–¿Qué quieres tú?<br />

–Un kilo de bacalao salado y una bot<strong>el</strong>la de coñac.<br />

<strong>Zorba</strong> se inclinó, fijando en él la mirada.<br />

–Dime, tú ¿no tendrías, por casualidad, algún demonio interior, Zaharia?<br />

El monje se sobresaltó.<br />

–¿Cómo lo has adivinado?<br />

–Vengo d<strong>el</strong> Monte Atos –respondió <strong>Zorba</strong>–, ¡conozco mucho <strong>el</strong> asunto!<br />

El monje bajó la cabeza. Apenas se le oía la voz:<br />

–Sí, hay un demonio en mí.<br />

–¿Y se le antoja bacalao y coñac, no?<br />

–¡Cierto, tres veces maldito sea!<br />

–Pues bien, conformes. ¿Fuma, también?<br />

<strong>Zorba</strong> le arrojó un cigarrillo que <strong>el</strong> monje cogió al vu<strong>el</strong>o con ademán rapaz.<br />

–¡Fuma, fuma, así lo ahogue la peste! –dijo.<br />

Y extrajo d<strong>el</strong> bolsillo un pedernal y una mecha, encendió <strong>el</strong> cigarrillo y aspiró <strong>el</strong> humo a pleno<br />

pulmón.<br />

–¡En <strong>el</strong> nombre de Cristo! –dijo. Alzó la varilla de hierro, dio media vu<strong>el</strong>ta e inició la marcha.<br />

–¿Cómo se llama tu diablo? –le preguntó <strong>Zorba</strong>, gui¬ñándome <strong>el</strong> ojo.<br />

–¡José! –contestó <strong>el</strong> monje sin volverse.<br />

E-Book Descargado de http://www.mxgo.<strong>net</strong> Página 155

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!