Comisión Nacional del Agua - Conagua
Comisión Nacional del Agua - Conagua
Comisión Nacional del Agua - Conagua
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
6.4.5. Pruebas de tratabilidad<br />
La experimentación en mo<strong>del</strong>os a escala es una práctica usual para establecer los<br />
parámetros de diseño de un filtro. Además, se establecen rutinas de operación que<br />
permiten optimizar el funcionamiento <strong>del</strong> filtro; por ejemplo definir la tasa de filtración<br />
que permita la mayor duración de corrida a una determinada carga de sólidos en el<br />
influente, o bien, establecer la dosis óptima de coagulantes, esto último es de gran<br />
interés cuando se prevén cambios en las características <strong>del</strong> influente (época de<br />
avenidas en ríos en las que se incrementa la concentración de arcillas).<br />
6.4.6. Lavado<br />
Los filtros se lavan para restablecer su capacidad cuando la calidad <strong>del</strong> efluente se<br />
degrada, o cuando la caída de presión a través <strong>del</strong> filtro alcanza un valor<br />
predeterminado. Para los filtros de gravedad, la pérdida de carga terminal<br />
seleccionada es generalmente la carga real disponible. En algunos casos, los filtros<br />
se lavan en un ciclo regular de tiempo, basado en la experiencia.<br />
El lavado ocurre a contracorriente con un caudal suficiente para expandir los granos<br />
<strong>del</strong> medio formando una suspensión. El material retenido es transportado por el agua<br />
a través <strong>del</strong> lecho expandido hasta ser descargado al desagüe. Está demostrado que<br />
la colisión entre partículas (abrasión) y las fuerzas hidráulicas cortantes son las<br />
causantes <strong>del</strong> desprendimiento de los sólidos <strong>del</strong> medio granular. El suministro de<br />
aire, previo o durante el lavado es una práctica común que tiene como propósito el<br />
incrementar la colisión entre partículas. En Estados Unidos se ha cambiado este<br />
método por el uso de velocidades de lavado elevadas (60 a 80 m/h), que<br />
incrementan las fuerzas hidráulicas cortantes pero que no es tan eficiente como la<br />
introducción de aire. Con esta velocidad de lavado se obtiene una expansión <strong>del</strong> 15<br />
al 50% para las arenas comúnmente especificadas.<br />
Para el lavado (Figura 6.10) se abre la válvula 2 y se mantienen cerradas la 1 y 4. El<br />
agua de lavado sale por arriba <strong>del</strong> filtro, al nivel de la canaleta. Si se aplica aire, éste<br />
es introducido por un bajo dren. Si se emplean agitadores mecánicos, éstos deben<br />
ser accionados antes de que se le introduzca el agua. Al abrir la válvula 5, el agua<br />
limpia fluye <strong>del</strong> bajo dren hacia el filtro para expandir el lecho hasta un 50% de su<br />
altura inicial. El agua sucia es colectada en la canaleta y mediante una tubería<br />
llevada a un decantador para remover los sólidos como lodos y recuperar el agua<br />
para el tratamiento. El filtro nuevamente es puesto en servicio y la primer agua que<br />
sale debe ser desechada hasta que el filtro “madure” y recupere su eficiencia de<br />
operación. Ello se logra al abrir la válvula 3, con la válvula 1 abierta y la 2, 4 y 5<br />
cerradas. Al cerrar la válvula 3 y abrir la 4, el proceso de filtración se reanuda.<br />
La pérdida de arena durante el lavado, problema muy común, es mayor cuando se<br />
emplean arenas finas. Para solventarlo se especifican arenas más gruesas y mayor<br />
espesor de la cama filtrante. También es común que se usen arenas con coeficientes<br />
de uniformidad bastante elevados, ya que ello reduce la cantidad de finos que<br />
pueden ser arrastrados durante el retrolavado; sin embargo, cuanto mayor es el CU<br />
124