08.01.2015 Views

1i9samB

1i9samB

1i9samB

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ingeniería en méxico, 400 años de historia<br />

la sociedad novohispana comenzaban a alcanzar, conforme pasaba el tiempo, precios<br />

demasiado altos. De ahí que la propia Corona se propuso impulsar la siembra y el desarrollo<br />

de esta fibra en todo el virreinato, con el propósito de lograr una agroindustria<br />

propia. Para ello, se enseñó a los indígenas a cultivar, hilar y tejer el lino, de tal manera<br />

que se pudiera autoabastecer progresivamente el territorio virreinal, y después a exportar<br />

lienzos de lino a un precio menor que el de ese momento. Sin embargo, el volumen<br />

de semillas enviadas por el rey fue insuficiente y hubo que esperar un buen tiempo<br />

para recibir doce “pipas” de linaza, aunque como la mayoría eran simientes de “secano”,<br />

no resultó lo que se esperaba, y ante la escasa respuesta de producción el virrey pidió<br />

simientes de regadío. Sin embargo, rara vez se lograron buenas cosechas.<br />

Al contrario del lino, la lana tuvo una fuerte difusión aún antes de que México<br />

fuera virreinato. A partir de la primera mitad del siglo XVI se concentró poco después<br />

en la zona de Puebla y Tlaxcala, región que llegó a alcanzar durante un buen<br />

número de años, el 80 % de la lana esquilada hacia 1560.<br />

El cultivo y la producción de la seda se remonta a 1537, cuando Marín o Martín<br />

Cortés, vecino de Puebla, firmó un contrato con el virrey De Mendoza, por el que se<br />

comprometía a “plantar cien mil pies de morales” en quince años en un área que comprendía<br />

Huejotzingo, Cholula y Tlaxcala, “a cambio de recibir durante veinte años la<br />

mitad de los tributos del pueblo de Tepexi, y la tierra e indios necesarios”. No se sabe<br />

si el contratante cumplió con el número de moreras comprometido ni si gozó del privilegio<br />

solicitado en 1537. De lo que sí hay seguridad es de que en las instrucciones al<br />

segundo virrey, el rey le pedía que los indios del lugar trataran bien los morales para que<br />

no se perdieran. Añadía además que “dado que en Nueva España hay tierras muy buenas<br />

y templadas para plantar morales y crías de seda […] se debe procurar en las tierras<br />

baldías, los comarcanos las planten de morales y se den a criar seda”.<br />

Desde la época del primer virrey la seda se había convertido en una actividad industrial<br />

que ampliaba sus áreas de influencia. Incluso al arribo de don Luis de Velasco, las zonas<br />

más importantes al respecto eran la de México-Puebla, concentrada en Huejotzingo,<br />

Cholula, Tepeji y Cholula de la Seda; y la llamada mixteca alta, en especial en los pueblos<br />

de Tepozcolula, Yangüitlán y Texupa. Respecto a la ampliación de las áreas de cultivo,<br />

Velasco consideró a Oaxaca como idónea. Y para respaldar el desarrollo de la industria de<br />

la seda emitió las siguientes ordenanzas: de tintoreros de seda, el 4 de noviembre de 1556;<br />

de sederos, el 17 de julio de 1557 (pesos, medidas y mezclas); y de hiladores de seda,<br />

el 21 de mayo de 1560. A fin de vigilar la producción de los telares y evitar engaños centró<br />

prácticamente toda la manufactura de la seda en la ciudad de México, lo cual molestó<br />

a los sederos de Oaxaca y Puebla, que se quejaron con la Corona. Como esta favoreció a<br />

56

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!