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Tomo I

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cuentran diversas barreras. Cada vez que, debido a mocionespulsionales contradictorias, este pasaje entre distintas instanciasse halla dificultado podemos afirmar que nos hallamosfrente a un conflicto psíquico.En ocasiones lo que origina el conflicto se halla vinculado a losaspectos intersubjetivos, es decir a la relación del sujeto conlos objetos.En otras se trata de una problemática específicamente intrapsíquica,referida a la oposición intersistémica, por ejemplo entrelos deseos y los ideales, o entre identificaciones contradictoriasentre sí.De todos modos no debemos perder de vista que lo traumáticoestá en relación con la representación interior que cada sujetoproduce en relación a los objetos con los que se vincula, de talforma que siempre el conflicto psíquico se resuelve a partir delas modificaciones ligadas a las mociones pulsionales, es deciren lo intrapsíquico.Consideramos al conflicto como constitutivo del ser humano,en cuanto es el resultado de la división del aparato en instancias,producto de la represión fundante y de la complejizaciónpsíquica. Por lo tanto no todo conflicto debe ser consideradocomo patológico, sino que lo es en cuanto produce un sufrimientoque ponga en marcha defensas excesivas, inhibiciones,dificultades para encontrar cursos sustitutivos a la satisfacciónpulsional, trastornos o síntomas manifiestos.El conflicto puede ser manifiesto o latente. En éste último casopuede hallarse subsumido en las formaciones de carácter, entrastornos de conducta y en síntomas.Los niños con los que trabajamos presentan, en ocasiones,dificultad para aceptar los problemas por los que atraviesancomo conflictos. Por tanto realzar el conflicto cuando se presentaconstituye una intervención importante, en aras a volvermás permeables las corrientes libidinales de la vida psíquica.La inclusión del conflicto dinamiza la actividad representativa.Las representaciones propias de cada instancia se enriquecenal hallar nuevas ligaduras. Para que ello sea posible, es necesarioque la energía libidinal encuentre, en su desplazamiento,barreras intersistémicas suficientemente permeables. Se trataráen algunos casos de levantar resistencias, en otros de lidiarcon inhibiciones o de habilitar nuevas representaciones.En relación a la caracterización del conflicto tendremos encuenta:• modos particulares de investimiento y desinvestimiento (objetosque se hallan investidos, aquellos que no, defensasque utiliza)• modos particulares de procesamiento de la energía pulsional(descargas, síntomas, somatizaciones, inhibiciones, pasivización,descargas maníacas)• aspectos intersubjetivos y narcisísticos (conflictiva edípica:aspectos identificatorios y narcisísticos - vínculos entre pares:aspectos logrados y aspectos no resueltos - formas detramitación de las salidas exogámicas: figuras extrafamiliaresidealizadas)El tratamiento se activa a partir del conflicto. Este se conoce através del diagnóstico y también a partir de repeticiones que seproducen al interior del tratamiento, que constituyen sustitucionesde marcas histórico-libidinales. Trabajar con la singularidadimplica trabajar con el conflicto.El modo de resolución del conflicto siempre tiene que ver conla evitación del sufrimiento. Recordemos que el aparato tiendea la consecución del placer y huye del displacer. Pero estaevitación no siempre es lograda y en ocasiones el padecimientoque se genera es aún mayor que el evitado o el temido.En la clínica el conflicto puede aparecer como sufrimiento, perono siempre es así. Entonces es importante pesquisar otrasformas en que aparece, siempre ligadas a repeticiones o arupturas.En relación a las intervenciones terapéuticas vinculadas alconflicto, encontramos algunas que se orientan a poner enrealce el conflicto. Esto implica un señalamiento, un llamadode atención sobre la problemática. Es cierto que muchos niñoselaboran diversos mecanismos de defensa mediante los cualeslogran evitar la confrontación con el conflicto. Pero es necesarioel advenimiento de alguna posición subjetiva en relación a loque acontece. Poner en realce el conflicto es el primer pasonecesario, intervención convocante a que algo del orden de lasubjetividad aparezca. Es también una intervención habilitanteen la medida que promueve la posibilidad de hacer frente auna determinada situación. Conlleva un mensaje implícito destinadoa que cada niño pueda asumir que se halla frente a unaproblemática específica, que produce sufrimiento por los modosfallidos en que se la ha enfrentado hasta el presente, quede ello puede hablarse y que frente a ello algo también podrárealizarse.Cada niño tramita su propia conflictiva psíquica de una maneraparticular, y esto lo lleva a generar modos específicos de resolución.En la clínica aparecen intervenciones orientadas a realzarestos modos personales de resolución de conflictos. Estetipo de intervenciones promueve la aceptación de la heterogeneidady realza las particularidades de cada niño.Los niños que se acercan a nuestra clínica, nos muestran engeneral, que los modos en que intentan resolver su conflictivason reiterados, repetitivos y siempre fallidos. Están teñidos dedolor y sufrimiento y conducen a la elaboración de defensascada vez más rígidas y menos eficaces.Toda vez que aparezcan indicios de modificación en estas modalidadesse habrá abierto el espacio necesario para intervenirseñalando los cambios en la resolución de conflictos. Este tipode intervenciones se orienta a la aceptación de la heterogeneidady permite que cada quien exprese y actúe de acuerdo a supropia singularidad.A medida que avanza el tratamiento, aparecen cambios en lasmodalidades de resolución de las situaciones problemáticas.En el análisis de las intervenciones observamos aquellas querealzan dichas modificaciones. El proceso terapéutico va produciendonuevos entramados representacionales que posibilitanla escritura de una nueva historia en la cual las relacionesvinculares con los objetos sean más placenteras y máslogradas.PROCESO REFLEXIVO: concepto e intervencionespertinentesConcebimos al proceso reflexivo como una actividad del psiquismomediante el cual un sujeto toma contacto con sus deseosy pone en suspenso las significaciones previas de ordenconsciente para dar lugar a otras significaciones, aun no conocidas.Este proceso sólo es posible, según señala Castoriadis,gracias a la imaginación radical, entendida como la capacidadde crear un flujo constante de representaciones, deseos yafectos. Es radical en tanto es pura creación y no admite larepetición.En el dispositivo terapéutico objeto de investigación encontramosque determinados tipos de intervenciones potenciarían elproceso reflexivo:1. Intervenciones dirigidas a promover actividad asociativa2. Intervenciones dirigidas a potenciar el proceso deconstructivo.1. Las intervenciones dirigidas a promover actividad asociativaimplican otorgar desde el lugar del terapeuta un espacio parala enunciación de situaciones placenteras y dolorosas vividaspor los niños que asisten a terapia favoreciendo su resignificación.Se alienta la recuperación de experiencias para otorgarlesnuevos sentidos, permitiendo la apertura y posibilitando elinicio de una cadena sustitutiva., realzando las diferencias,promoviendo nuevas ligazones y el cuestionamiento de lasexistentes. Promover actividad asociativa es promover palabras,escucharlas como enunciados de un sujeto haciendolugar a la voz, a los silencios, a los gestos, al “no se lo quetengo para decir”, al “no quiero decir” posibilitando su investi-32

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