Escritos diversos - Banco de Reservas
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<strong>Escritos</strong> <strong>diversos</strong> Emiliano Tejera<br />
al principio <strong>de</strong> la República, en que gobernaban el país criadores ignorantes, se diese una ley rural<br />
contraria a nuestra constitución, y que esa ley subsista hasta ahora. A cualquiera que se le pregunte<br />
si toda propiedad rural goza en Santo Domingo <strong>de</strong> los mismos <strong>de</strong>rechos contestará inmediatamente<br />
que sí, y se fundará para ello en el Pacto Fundamental; y sin embargo afirmará un error. Aquí hay<br />
una propiedad rural privilegiada y una propiedad rural gravada o sierva, y cada cual pue<strong>de</strong> convertir<br />
esta en aquella, no lo contrario, cuando le plazca, aunque sea con perjuicio <strong>de</strong>l país. la propiedad<br />
rural privilegiada es la <strong>de</strong>l que se <strong>de</strong>dica a la crianza suelta: este tiene <strong>de</strong>recho a hacer consumir por<br />
sus animales las yerbas y frutos <strong>de</strong> sus campos y tiene <strong>de</strong>recho a consumir los <strong>de</strong> los ajenos, mientras<br />
no estén bajo una cerca segura, y no solo los frutos <strong>de</strong> los árboles silvestres, sino todo lo que siembre<br />
el agricultor, si un día su cerca sufre cualquier <strong>de</strong>sperfecto. El enemigo, que es el animal suelto, está<br />
vigilante, y ya sea que un árbol, al caer, la <strong>de</strong>rribe un pedazo <strong>de</strong> empalizada, o se la <strong>de</strong>struya el viento,<br />
las aguas u otra causa cualquiera, el fruto <strong>de</strong> su trabajo, en cualquier estado que se halle, es perdido para<br />
él, y la miseria asentará su planta en su casa y a veces el hambre cruel. la propiedad sierva o gravada<br />
es la <strong>de</strong>l individuo que se <strong>de</strong>dica a la agricultura. no es suyo, sino lo que tiene cercado, y eso mientras<br />
lo <strong>de</strong>fienda con un muro infranqueable. El resto es <strong>de</strong> los animales <strong>de</strong>l criador. y el favorecido por<br />
la ley es el criador, que lo más <strong>de</strong>l tiempo se lo pasa en una hamaca, tocando el cuatro o visitando al<br />
vecino, y el perjudicado es el agricultor que fecunda el campo con el sudor <strong>de</strong> su rostro, alimenta las<br />
poblaciones y llena buques gigantes con el producto <strong>de</strong> su laboriosidad.<br />
Si la ley no establece la igualdad entre las dos clases <strong>de</strong> propietarios rurales, si le dice al criador:<br />
ten bajo cerca tus animales que son los que se mueven y hacen daño al agricultor, y así lo mejorarás<br />
<strong>de</strong> día en día y sacarás <strong>de</strong> ellos el beneficio que <strong>de</strong>ben dar; y al agricultor: pue<strong>de</strong>s trabajar sin cercar<br />
tus frutos, que no van a hacerle daño ni a otro agricultor ni a ningún criador, y así te evitarás ese<br />
enorme trabajo y gasto que hasta ahora te ha obligado una ley injusta; si no se hace eso, los pleitos<br />
serán interminables, la agricultura y la crianza permanecerán estacionadas y hasta este ministerio llegarán<br />
las reclamaciones <strong>de</strong> los extranjeros que confiaron en que la propiedad era igual en la República<br />
Dominicana, según lo dice la constitución, y que encuentran que en la práctica hay una propiedad<br />
privilegiada, la menos útil y productiva, y otra propiedad gravada, la útil y la que le da rendimientos<br />
pingües al tesoro nacional. y como el mal es antiguo y arraigado, hay que tratar <strong>de</strong> eliminarlo <strong>de</strong> un<br />
modo práctico y que sea tal que cause por el momento los menos perjuicios posibles. En esto consistirá<br />
la habilidad y sabiduría <strong>de</strong>l legislador.<br />
y no <strong>de</strong>be olvidarse nunca que nuestro país por ahora y en mucho tiempo será agricultor, no industrial.<br />
Debemos pues favorecer todo lo que se refiera a la agricultura. Gran parte <strong>de</strong> la juventud <strong>de</strong> las<br />
ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>bería estar ocupada en labores agrícolas, pero ¿cómo <strong>de</strong>dicarse a esos trabajos si como último<br />
resultado solo va a encontrar la ruina, tras largas contiendas <strong>de</strong> toda clase con los criadores? y entre tanto<br />
en muchos puntos <strong>de</strong> la República no hay ni crianza verda<strong>de</strong>ra ni agricultura, sino escasez y a veces hambre<br />
para todos –hombres y animales– cuando la seca azota el país. ¡Qué diferencia se nota cuando por una<br />
causa cualquiera <strong>de</strong>saparece <strong>de</strong> los campos la crianza libre! Ahí están para <strong>de</strong>mostrarlo elocuentemente<br />
los trescientos mil quintales <strong>de</strong> cacao, producidos en su mayor parte en el cibao, en los lugares en don<strong>de</strong><br />
la crianza libre está concluida o extendida. y lo dicen también los cafetales <strong>de</strong> Barahona y los ingenios <strong>de</strong><br />
San Pedro <strong>de</strong> macorís. Debemos favorecer la agricultura y favorecer también la crianza obligando a los<br />
que se <strong>de</strong>dican a esta última a que tengan sus animales entre cercado a propósito, en don<strong>de</strong> estén a la vez<br />
bajo la inmediata vigilancia <strong>de</strong> los que los atien<strong>de</strong>n. Disminuyendo los cerdos sueltos se disminuirían los<br />
revolucionarios, porque rara vez será revolucionario el hombre <strong>de</strong> trabajo que tiene intereses que per<strong>de</strong>r,<br />
y habrá muchos hombres <strong>de</strong> trabajo cuando no haya crianza suelta.<br />
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